Salif Keita
14º Banc Sabadell Festival Mil·lenni
Sala Apolo, Barcelona. 18 de febrero de 2013
La Sala Apolo registró un lleno casi total en la última visita del cantante maliense de la voz dorada y además el público mostró una predisposición máxima a su propuesta. Si bien cumplirá 64 años el próximo agosto, aún mantiene intacta esa dulce voz, pero físicamente ya no está tan en forma. Aunque eso no quiere decir que en alguna canción no se marcara un baile.
En esta ocasión vino con una formación algo reducida respecto a anteriores visitas. En total eran siete músicos, todos africanos. No había batería ni bajo y la base rítmica estaba generada electrónicamente por uno de los músicos a base de ordenador (que también lanzaba samplers de cuerdas, vientos, etc) y apoyada por un percusionista y otro que tocaba la media calabaza (calabash). La parte melódica la llevaban la kora y la guitarra eléctrica y solo había una bailarina-corista, pero que cantaba sobre unas voces ya pregrabadas. En el centro de la escena Salif Keita, que en todo el concierto apenas se dirigió al público.
Quizá pocos músicos para defender su nuevo disco, Talé, un álbum africano con amplios destellos electro, con miras a las pistas de baile y que el componente de Gotan Project, Philippe Cohen-Solal, se ha encargado de producir.
El concierto en sus inicios fue bastante tranquilo. Quizá demasiado, porque el publico estaba expectante y con muchas ganas de bailar. Empezó con el precioso Seydu (de La Différence) y siguió con Da, uno de los temas más templados de su nuevo disco. Pero es que luego sonaron Yamore (del magnífico Moffou), La Difference y Talé, que tampoco resultaron demasiado explosivos. A un servidor le sorprendía que Salif Keita hubiera pedido expresamente tocar en salas donde el publico no tuviera que estar sentado, para que pudieran bailar, y que empezara tan “suave”. De hecho en unas recientes declaraciones había dicho que en su último disco ahondaba en los ritmos más bailables porque “en tiempos de crisis, bailar puede salvar almas, liberar el cuerpo y ayudar a olvidar” . Aunque nada que objetar a lo calmo de su concierto, ya que era igual de placentero.
Hasta que llegó a C’est Bon, C’es Bon de su último disco (donde aparece la voz del rapero londinense Roots Manuva) y aquello se empezó a calentar. Siguió con Samfy otro tema dinámico donde suena ese extracto del tema Planet Claire de B-52’s, y el tremendo Yambo donde brilló la kora. Y final con el electro-fula A Domain que también tiene ecos de afrobeat.
En total había hecho cinco temas de Talé y solo cuatro de sus anteriores discos, obviando sus temas mas clásicos. En el bis no cambió en exceso la línea del concierto.
Sí que hizo la “rentrée” con Mandjou (de Folon), que es un tema de ambientes jazzies donde pudo lucirse a la voz, y continuó con un par de temas mas de Talé. El emotivo Natty, dedicado a su hija menor de la cual toma el nombre, y el rítmico Yalla con solo de kora a lo Jimi Hendrix incluido. Para llegar al final definitivo con el clásico Madan (de Moffou) con invasión de escenario por bailarines espontáneos.
Según pudimos palpar, para el público no fue un mal concierto, pero a algunos nos supo a poco. +Info | Relacionados | Miguel Amorós | Foto: Nestor Noci