Rasgueo
Rasgueo
Waterfall, Galileo Music 2015
Rasgueo es un cuarteto formado en Berlín en 2012 liderado por el guitarrista Nikos Tsiachris, con Martin Auer a la trompeta y fiscorno, Diego Piñera a la batería y Martin Lillich al contrabajo. Cuatro músicos residentes en la capital alemán, y unidos por el jazz y el flamenco, por etiquetar a bote pronto su música y saber a qué te atienes ¡querido lector! Todos los temas son composiciones de Tsiachris, excepto Epílogo que lo firma todo el grupo. Empieza con Waterfall tema que da nombre al disco y nos trae una “cascada” de guitarreo dónde Tsichris demuestra que es muy capaz de ambientarnos en ese mundo flamenco, detrás la batería de Piñera simula el agua, y el resto pone efectos, sencillo pero efectivo. Salvation sigue por el camino marcado, la guitarra minimalista, un cajón realzando. Pero hay una pausa y un contrabajo más jazzístico trae otra lectura, la apoya la trompeta de Auer y todo el tema tiene un aire más dinámico. La guitarra vuelve al estribillo. Holiday, una balada bonita, tempo tranquilo, mucho trino dejando espacio para que el fiscorno y la batería digan la suya. November, ¡esto ya es otra cosa! Los acordes de una solea se me vienen encima, el tempo, muy bien cogido, y la trompeta (supongo que con sordina) de Auer quiere acordarse de Fernanda de Utrera más que de Miles Davis. Muy acertado. Tsichris toca sabiendo lo que se lleva entre manos y Auer “canta” con sentimiento, un gran tema. Arion, vuelven los acordes de la guitarra, secundada por las palmas y la gravedad del contrabajo, pero ahora cuándo entra la trompeta ya no sorprende, en la entrada, por que hacía el final del tema la trompeta sorprende y mucho, como ese sólo que se marca Piñera, pura libertad. Full moon, vuelve a sorprendernos, ahora por Tarantas, durante seis minutos, la guitarra de Tsiachris vuela hasta el levante y nos trae la tragedia de los palos mineros, con sentimiento, con hondura y con el tempo muy bien cogido, una guitarra que no necesita a nadie más. Parinis, cambio de registro, la guitarra vuelve a la repetición minimalista para conseguir otros efectos, la sección rítmica acota el tempo y la trompeta realza la repetición del estribillo, se van produciendo pequeñas variaciones dentro del esquema y esto da un aire más festivo al tema. Sobre todo con el gran trabajo de Piñera que crea y recrea escenas continuamente, ese dúo con Tsichris estoy seguro que en directo debe dar alguna improvisación de las de arrancar gritos de júbilo. Para cerrar Epilogue una composición de todo el grupo, el fiscorno de Auer a modo de sirena de barco que se aleja, la guitarra volviendo al minimalismo y en el ambiente una duda que me corroe ¿Puede convivir ese minimalismo ambiental tan perfecto con la rabia contenida de la solea y la taranta? Quizás el próximo trabajo resuelva mis dudas. + info | Candido Querol