Companyia Elèctrica Dharma

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Companyia Elèctrica DharmaCompanyia Elèctrica Dharma
“El misteri d´en Miles Serra i les Musiques Mutants”
Picap, 2008

El misteri d´en Miles Serra –que bien podría haberse llamado Sketches of Catalonia– mucho tiene de híbrido y mutante. No en vano se trata de amalgamar las atmósferas de Miles Davis (Alton, 1926 – Santa Mònica, 1991) con guiños a algunos riffs de Joaquim Serra (Peralada, 1907 – Barcelona, 1957). Y hay que confesar que, ante tamaña hazana de tan elevado riesgo –y que también asumieron en sus respectivos medios mixtéricos tanto Xavier Maristany (Brou Nou, editado por Taller de Músics hace un lustro) como Marcel Casellas (El Cremallera de Núria y L´envelat violeta; ambos publicados por Discmedi en 2006 y 2004, respectivamente)–, la Dharma sale a hombros del ruedo. Dejando a un lado la politización de su discurso –el disco es enteramente instrumental–, el último trabajo de la veterana formación supone un retorno a las raíces experimentales y vanguardistas de sus inicios, allá por los lejanos `70. Mezcla de rock progresivo, jazz eléctrico –incluso sedoso ambient como el cover de Joe Zawinul que se incluye (D´una manera silenciosa)– y toques de sardana, el arranque –una versión del Bitches Brew– ya apunta acertadamente la perfecta compenetración de los géneros. ¡Quién hubiera pensado a priori que Miles Davis (usurpador de éxitos ajenos como el Concierto de Aranjuez del maestro Rodrigo) y Joaquim Serra (cuya obra de cámara está siendo recuperada por muchos músicos afincados en tierras catalanas, como por ejemplo Christoph Rahn, contrabajista de la OBC) casarían tan bien! Para ello, la Dharma ha inventado dos personajes ficticios que sirven de excusa para poner en diálogo ambos lenguajes: Quim Davis y Miles Serra, en pos de la mysterieuse Tombouctou. Concebido así como un viaje por territorios hasta ahora ignotos, no es extraño pues que la Dharma se presente aquí con dos citas de Pla y Rilke que hablan del anhelo por la inspiración (el ángel) y la identidad (mediterránea, por supuesto, con denominación de origen). Pero no sería justo reducirlo todo a una mera suma de elementos dispares como en cualquier intento de fusiones; lo que surge es un idioma totalmente nuevo, pasado por el personal sello dharmaniano. Al respecto, la familia Fortuny se repartes batería, vientos y teclados, además de diseño y dibujos –secundados también por bajo, guitarra y djembé–. A título de muestra, tres cortes incisivos: si la Festa camperola secuestra los pies con un ritmo pegadizo y unos graciosos cambios estilísticos para carrusel y cobla entre tanta psicodelia y So What se reconvierte en un juguetón Blue Noia Cafè, la conclusiva Cadeau baraja vals y cabaret con una mágica afinidad que hará las delicias por igual tanto de un fan de Comelade, como uno de Weather Report, e incluso de otro de King Crimson. Y es que cuando esta banda se pone seria, es un gozo a venerar. www.ladharma.cat // Iván Sánchez Moreno