Morenito de Illora, cante y José Andrés Cortés, guitarra.
SFB El Dorado. Sandaru, 27 del 10 del 2022
Siempre es una alegría escuchar a un cantaor que te gusta y que todavía no has podido gozar en directo, Morenito de Illora aun que vivió hasta los 18 años en Barcelona no había actuado nunca en El Dorado. Para la ocasión venía acompañado de un joven guitarra de aquí José Andrés Cortés al que sí que pudimos escuchar hace ocho años, cuándo acompañó al maestro Duquende,. Se presentó el cantaor, anunció que arrancaba por malagueñas y se mostró dispuesto desde el principio a dejarse la voz si hacía falta. Morenito tiene una buena voz y sabe tomarle el pulso al cante por malagueñas llevándolo por dónde él quiere. Seguro y al mismo tiempo con esa sensación de riesgo que saben trasmitir los cantaores de cierta edad. Quiso seguir arriesgando al anunciar mineras que terminaría por tarantas. Fue el mismo Camarón quién le propuso que usara el nombre de su pueblo (Illera) y no el de Granada, al igual que él había usado De La Isla y no Cádiz. Y en esta taranta no era difícil escuchar ecos camaronianos ¡un placer! Para Cortés (Bordón Minero en el 2009) acompañar por cantes mineros no supone ningún problema. Y tuvo su espacio para una falseta preciosa, (más de una venía por escuchársela) El remate por tarantas, fue un grito desesperado de angustia y tragedia. La tarde tensaba la sala con seguridad. Y dos invitados sorpresas se unieron a la fiesta por alegrías, que dedico a La Perla. Se sentaron a las palmas nada menos que el bailaor Costi el Chato y José Córdoba “Mosquito” dos monstruos del ritmo que fueron un regalo perfecto. Cortés se entendió perfectamente con los dos palmeros y Morenito podía jugar y provocar con la seguridad de un ritmo perfecto. Quiso seguir por solea, templó guitarra Cortés, después de la alegría hay que volver a ajustar, y sobre todo la velocidad, los gestos de Morenito así se lo pedían. Suele pasar que los guitarristas jóvenes tiendan a ir más rápido que los cantaores de más edad. Pero todo se fue ajustando. La solea salió segura y Cortés aceptó su papel de trabajador para el cante, el de Illora seguía homenajeando en sus letras a todos los grandes del cante por soleá y en especial a Fernanda de Utrera. Y ya que estaba en esas tesituras siguió por seguiriyas. Entrada bonita de Cortés pero sin demasiado riesgo, lo breve si bueno dos veces bueno. Morenito tenía la voz caliente y templaba sin miedo, ayes de voz cobriza que aseguran el poderío de este cantaor, que estuvo muy inspirado. Hay que saber descansar y después de la seguiriya era buena idea cantar por fandangos (que tienen más espacio entre las coplas) De nuevo los ecos de Camarón (en esos fraseos que se empalman) volvían a extenderse por la sala. Los apoyos del público sonaban sinceros. Para finalizar y después de tanta fatiga, nada mejor que una fiesta por bulerías y por supuesto volvieron a escena El Chato y Mosquito. Solo faltó que El Chato se arrancase a bailar, ganas no le faltaban. Estaba claro que la cosa no terminaba así, y en los bises sonaron tangos, y como era de esperar que mejor que recordar al de La Isla ¡Qué bien cantaba por tangos! ¡Qué buen final nos dio Morenito de Illora! + info | relacionados