Mar Serra grup
“Vivit” Comuna Music, 2022
Tercer disco de la compositora y pianista de Badalona a su nombre. Después de “Opus I” 2011 y “I sempre demà” 2019. Serra vuelve a reunir a su grupo, con algunas variaciones y pasando a sexteto para ofrecernos diez nuevas composiciones, que siguen navegando en ese Mediterráneo tan suyo donde confluyen diferentes afluentes, la música contemporánea, la clásica y hasta los folclores catalán y flamenco. Su hermano Martí Serra (saxo soprano y tenor) Lluna Aragón (violín y voz) y Joan Vidal (batería) le acompañan desde el principio. Por el camino se cambió la guitarra de Jaime Basulto por la de Bartolomeo Barenghi y el contrabajo de Pau Lligades sustituyó al de Franco Molinari, y se incorpora un nuevo viento, nada menos que el clarinete de Gabriel Amargant. Aun que sus compañeros es fácil de encontrarlos en proyectos de jazz, este disco no me gustaría clasificarlo como tal. Pero mejor escuchemos sus temas por orden y saquemos nuestras conclusiones al final. El primer tema, L’ocell nos trae esos aires medievales en que los músicos y titiriteros viajaban con lo puesto por esos caminos polvorientos recogiendo y sembrando indistintamente. El violín y la batería consiguen ese efecto casi medieval. Pero enseguida el contrabajo de Lligades y la guitarra de Barenghi preparan el terreno para que Mar Serra y su piano entren en ese flamenco tan atractivo. El color de l’esberginia, vientos y violín allanan el terreno y cuándo entra la guitarra de Barenghi (de nuevo muy flamenca) sabes que estas en un paisaje (ahora sí jazzístico) en que el septeto juega con soltura. Es curioso el poco protagonismo de la líder, hasta el momento. Y llega Vivit (en latín Él vive) y que la autora dedica a todos aquellos que luchan por sobrevivir en nuestro mar. Como no podía ser de otra forma, el tema es de una melancolía brutal, aunque lleno de esperanza (sobre todo en las notas del violín de Aragón y el clarinete de Amargant) un tema de una hermosura infinita. Cecs d’un son profun, ahora es el saxo de Martí Serra el que nos conduce con seguridad a ese lenguaje más free, Vidal juega con el compás, y ese dúo que se establece entre ambos ahora sí que está más cerca del jazz que de otras músicas. Dama de foc, empieza despistando y jugando con una melodía que acaba siendo La dama d’aragó, será el piano desnudo de Mar Serra quién nos la ofrecerá, y el violín quién la cantará. Una manera curiosa de acercarse al folclore de su tierra, con respeto y ganas de aventura. Oblit, violín, posible arco de Lligades (me imagino), guitarra, clarinete, todos conjuntados en ese hermoso paisaje clásico. Ahora es sin duda alguna música de cámara. Hasta el puente, en que los golpes percusivos de Vidal anuncian cambios, el violín dirige a sus compañeros en un viaje “onírico” uno de los temas más hermosos del disco. Sigue Ve de llevant, primero el preludio, por fin se ha soltado el piano y ese solo nos deja claro que esta mujer es una gran pianista y luego el tema como continuación de ese solo, irá entrando el saxo, el violín, la guitarra, la batería y todos juntos nos vuelven a traer aromas mediterráneos. Una branca de pi, solo de Lligades en la introducción, corto pero interesante. Enseguida ese regusto a preflamenco vuelve a dominar (entiéndase ese preflamenco como homenaje a autores como Granados, Falla, Albeniz) soprano y clarinete se hermanan en un momento muy especial. El violín es buen compañero. Todo el septeto huele a fiesta. Cierran con L’ocell coral, Lluna Aragón (soprano) Mar Serra (contralto) y Bartolomeo Berenghi (tenor) cantando a capella este detallito de despedida. + info | fotografía de Mar Serra: Dani Álvarez