Hysteriofunk
Hysteriofunk
“Deco”. Right Here, Right Now, 2013
Etimológicamente, la palabra histeria deriva del griego hyster, que se refiere al sexo femenino. Antiguamente se creía que la irritación del útero podía provocar crisis nerviosas en las mujeres, diagnóstico que, en la Edad Media, se atribuía en cambio a la posesión demoníaca. La supuesta etiología prosperó hasta los tiempos de Charcot y la psiquiatría pre-freudiana. Pero con Hysteriofunk la cosa se trastoca considerablemente.
No sólo porque produce enloquecedores efectos tanto en hombres como en mujeres, sino porque apunta sobre todo a los pies: no se pueden estar quietos durante la escucha de cualquiera de sus discos. Deco es el cuarto, después de un parón de más de cinco años tras la publicación del Directe (Disconforme, 2008) en el que hacían un repaso en vivo de su propia obra desde sus inicios en 1995. Apadrinados en su momento por Marc Parrot –quien intervino con ellos a cargo de producción y mezclas–, los Hysteriofunk vuelven al tajo con su particular mixtura de estilos que, partiendo del funk y el free-jazz, incluye también mucha electrónica psicodélica y ramalazos de rock sinfónico.
No en vano, se les compara con los King Crimson de la década de los ’80 –o sea, el espléndido combo formado por Fripp, Levin, Bruford y Belew–, pero también con Soft Machine, Magma y otros supergrupos de la era dorada del jazz-rock progresivo. En Deco, además, afloran referencias más actuales y próximas al jazz de vanguardia como los Bad Plus, Medeski, Martin & Wood, el proyecto Beddrock de Uri Caine y la banda liderada por Chick Corea en los ’70, Return To Forever. Si bien temas como Lee Marvin, Xinos u Oscar Car (Part 1) recuerdan a los Daft Punk más recientes, mientras que Jungla retrotrae la memoria nostálgica hsta los Barcelona Traction de Lucky Guri, es en piezas como la enrevesada Super-Hysteriofunk donde se lucen más los frippertronics ambientales en el inicio, para explotar luego en un enérgico rock en crescendo tan característico en los Pink Floyd posteriores a The Dark Side Of The Moon (Harvest/Capitol, 1973).
Y ya puestos a hablar de satélites lunáticos, cabe señalar que los Hysteriofunk provienen de un país llamado Andorra, pero tras escucharlos uno/a podría sospechar que en realidad vienen del planeta Marte. Este quinteto –compuesto por Oriol Vilella (guitarra), Cesc Villarrubias (percusiones), LLuís Cartes (batería), Roger Casamajor (teclados) y Òscar LLauradó (bajo eléctrico)–, reúne en este CD un total de ocho cortes que apenas llega a los cuarenta minutos, pero que consiguen arrastrar al oyente hasta el final dejándole con ganas de más. Deseamos encarecidamente no tener que esperar otro lustro. +Info | Relacionados | Iván Sánchez-Moreno