Ghost Number
Dirt & Other Spells, 2019
“Se fuerza la música de noche y de día y el cantante con los músicos, se juegan la vida” Cantaba Gato Pérez y es la excusa perfecta para hablar de Ghost Number. La banda donostiarra conducida por el enigmático 413 (voces, banjo y compositor de la mayoría de temas) volverá a levantar pasiones con este su segundo disco Dirt & other spells. La mayoría de los músicos tienden a apoltronarse en su zona de confort para que el público no se asuste, pero de tiempo en tiempo aparecen distorsionadores como Alan Vega, Screamin Jay Hawkins, Shane MacGowan, James Chance o Barrence Whitfield, tipos a los que no les va lo de susurrar. Pues bien a nuestro 413 también le motiva más las emociones fuertes. No te asustes, aunque se ha empeñado en que su voz suene cruda y “sucia” detrás hay todo un grupo de vientos, percusiones, guitarras y voces que siguen trabajando con todo el swing que tanto echas de menos desde la escena de Baloo recuperando a Mowgli de la garras del Rey Lui. Un álbum de 11 composiciones, todas fogonazos de alrededor de tres minutos, pequeñas dosis cargadas de cafeína con sabores tropicales. Dones es medio minuto de introducción (mediante un órgano y unas maracas) al mundo de santería que nos espera detrás de la puerta. Welcome To Kamtar el espíritu de Machito y de Gillespie ululan a nuestro alrededor, los metales brillan en todo su esplendor, la guitarra de Ander Solabarrieta y la trompeta de Jon Ander Burgos nos elevan muy altos. Death, calypso en estado puro para que la muerte no sea nuestra enemiga sino nuestra hermana. De nuevo toda la banda lanzada en frenesí, el contrabajo de Nacho Fombuenay la batería de Iñigo Manterola consiguiendo que nada se desmadre. Taboo, aquí David Pisabarro (413) se queda solo y armado con percusiones, bajo y banjo no descarga este esperanzador rito africano. I’m lost de nuevo toda la banda en una veloz huida de todo lo que no ate. Los ritmos africanos perfectamente fusionados con músicas europeas balcánicas en una fanfarria intercultural, ¡para saltar sin miramientos! The Unknow, sin duda la más “fantasmal” de todo el disco, de nuevo 413 con sus percusiones, banjo y bajo, en los coros Sara Grajal y Lidia Insausti muy cerquita de aquellos juegos infantiles de acercarse a los “temidos” cementerios. Unchain me, viaje a esa América de religión y culpa, solo acompañado de la trompeta distorsionante y la guitarra maléfica, bueno y las angelicales voces imprescindibles para rogar al Señor. Jungle Call, de nuevo toda la banda para recorrer la frontera, la frontera entre la música de saloon y de iglesia. La banda suena perfectamente engrasada, tengo ganas de ver cómo pueden defenderlo en directo. Hex me, el banjo consigue que suene por fin ese jazz que deberíamos poder bailar en algunos festivales, por el mismo camino sigue King Monster, pero ahora tenemos el refuerzo de JD Wilkes, otro personaje para echarle de comer a parte. “Dios los cría y ellos se juntan”. Para cerrar una delicatesen La sangre, de nuevo 413 con todos sus artilugios y las voces de Sara Grajal y Lidia Insausti, si conociste a Corcobado con Javier Colis, puedes hacerte una ligera idea, sino tendrás que comprar el disco, no voy a explicarlo. + info | relacionados | fotos: Mariamne Photography