Eladio Reinón

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Eladio Reinón
«Misceladio» Jazztones, 2015

Era finales de los 90 y Eladio Reinón junto a Perico Sambeat y Ramón Cardó, soplaban en las filas de A- FREE-K, tres saxos valencianos que daban mucho que hablar en aquella época, cualquier aficionado que se precie sabe del proceso de Perico Sambeat uno de nuestros músicos más internacionales. Algunos también hemos seguido las experiencias de Ramón Cardó, el entrañable «Sebo» haciendo sus pinitos como director de big band, pero debo reconocer que a Eladio Reinón lo tenía un poco olvidado y que este trabajo ha sido toda una sorpresa. Diez temas, todo composiciones de Reinón, excepto Count Down de Coltrane. Cuenta con un compañero habitual durante muchos años, el trompetista Matthew Simon, atento a ese J. W. dónde los dos vientos soplan con la fuerza de la juventud, habría que verlos en directo. David Xirgu y Jordi Gaspar asegurando una sección rítmica impecable y un joven guitarrista, que le acompaña también en su cuarteto habitual, Jaume Llombart, si no lo conoces, atento por que va a dar mucho que hablar. Para reforzar ese aire flamenco que sopla en muchos temas, Pablo Gómez Molina en cajón y demás percusiones y Jorge Mesa «Pirata» en palmas y jaleos, atención al dúo entre el cajón y el saxo del maestro en ese temazo que es Carranc. Cuando quiere irse al latin jazz como en Caissa, echa mano de Edu Tancredi al piano, Pep Pérez Cucurella al bajo eléctrico y Andy Rodríguez y Yoan Sánchez a las percusiones. Baladas preciosas como Esta es para Isma, buen trabajo del contrabajo de Gaspar. Cuba se cuela en María la Valiente dónde Eladio suena radiante y seguro de este su proyecto, en la Rumba de las Milflores, el latin jazz se hermana con el flamenco, pero con la naturalidad de las cosas bien hechas. Eladio como ya había hecho en Misceladio, tema que abre el disco, sopla por encima de las percusiones, subiendo y bajando como si fuese un cantaor que tiene seguro el estilo. Bienmesabe es un colofón dulce, la sección rítmica deja lucirse a los dos solistas, primero Reinón soplando suave pero con toda la sabiduría que tiene este hombre, después esa inquietante guitarra de Llombart que tanto me gusta, pequeño solo de Gaspar al contrabajo y despedida sencilla del maestro. Enhorabuena. Celebro el reencuentro.  + info | relacionados | Candido Querol