Fira Mediterrània de Manresa 2015
18ª Fira Mediterrània de Manresa
Del 15 al 18 de octubre de 2015
LA FIRA
Cuando, durante cuatro días, pasan por un encuentro cultural más de 1000 artistas de 112 compañías, y se programan más de 300 actividades, es difícil evaluarlo de forma, no ya completa, sino parcial, de tal manera que nos podamos hacer una idea completa de todo lo que significa. Eso es lo que ha sucedido en la Fira Mediterrània de Manresa [FMM] este año y es por ello que, posiblemente, sea el encuentro dedicado a la cultura popular de más relevancia en el continente europeo.
La Fira contempla dos objetivos concretos: el profesional y el de exhibición de espectáculos. Este último también está ligado de alguna manera a las actividades profesionales, pero principalmente se dirige al público que ocupa las plazas, las calles y los locales de Manresa donde se desarrollan los eventos, de una forma masiva, como lo demuestra la asistencia, que raya el 80%.
Y es de este segundo aspecto del que vamos a hablar, haciendo un recorrido, por supuesto absolutamente parcial y subjetivo, por más de una veintena de acontecimientos escénicos, que no representan ni la cuarta parte de lo exhibido, pero que es lo que, por horarios, ubicación o interés personal, hemos podido y querido ver.
JUEVES
La inauguración
Después de la inauguración oficial en la Llotja, el lugar de encuentro de los profesionales acreditados a la FMM, la otra inauguración, la artística, se desarrollaba en el Teatre Kursaal, con el espectáculo, In Somni. En espectáculo que, de alguna manera, definía el espíritu de la Fira, que, en el apartado artístico, divide sus actividades entre la cultura popular y la música, a partes iguales, dos aspectos que, aquí, de alguna forma, se veían reflejados.
Previamente se desarrollaba en el mismo escenario uno de los tres pregones que este año, de forma novedosa, tenía la FMM. Éste era el de Màrius Serra que, de una forma irónica y divertida, nos intentaba convencer, con pruebas irrefutables, decía él, que el catalán fue el primer idioma que se habló en La Tierra. Los otros dos irían a cargo de Xavier Albertí, junto a su absolutamente inseparable pianista Wanda Pitrowska, que nos convencía de que todas las músicas del mundo tienen su origen en Catalunya. Finalmente era Carme Ruscalleda la que habló del indudable origen catalán del tenedor. Un triple ejercicio de humor e ironía.
In Somni está protagonizado por la Cobla Sant Jordi Ciutat de Barcelona, una cobla de música tradicional catalana; por la Kulbik Dance Company, bailarines de hip-hop; y por el DJ Mario Nieto. Todos ellos se unen para conseguir un espectáculo donde la danza urbana-contemporánea, la música electrónica y la música popular, se mezclan de forma satisfactoria, sin un predominio claro de ninguna, en aras de una perfecta conjunción que da un resultado más que notable con momentos realmente inspirados, como el de la recreación sui generis de una sardana, o el juego que, la constante interacción musical y física de los artistas, proporciona.
Concurso Sons
Como cada año se celebraba el concurso Sons de la Mediterrània, donde cuatro grupos de artistas, previamente escogidos tras una serie de eliminatorias, actúan para conseguir ser los ganadores. Este año, curiosamente, los cuatro finalistas contaban con voces femeninas como protagonistas. Eran Angela Fouquet, la cantante de Castellón que venía avalada por su trabajo, que ha publicado, De Sol a Son, un compendio de cantos de trabajo de la Península Ibérica que ella ha recogido y dado forma Les Anxovetes, un grupo femenino de habaneras, a las que visitan desde un punto original y novedoso; Xaluq, que, partiendo principalmente de la música de raíz valenciana, han escogido el nombre en referencia a uno de los vientos que más sopla en el Mediterraneo, de donde ellos beben musicalmente; y Roba Estesa, las ganadoras finalmente del concurso, seis cantantes de Tarragona que, según sus propias palabras, hacen un folk caliente, con ese toque de rumba que añaden a la música popular y tradicional que interpretan, en unos directos muy potentes.
Malva de Runa
En el off del festival, uno de los encuentros más interesantes se da, cada año, en el llamado Humus Mediterrani, donde acostumbramos a descubrir o a ratificar en su valor, como ocurrió en esta edición, a grupos o cantantes que por estar empezando, aun no son todo lo conocidos que, en algunos casos, deberían ser. Y el ejemplo, por citar solo uno, lo tuvimos patente con el grupo Malva de Runa, que están a punto de publicar su segundo disco, La flor del dimoni [La flor del demonio], después de aquel magnífico Cor i Destral [Corazon y hacha] que ya comentamos en estas mismas páginas. Irene Figueras, con el arpa celta, y Edu Giró, con los diferentes instrumentos de cuerda que domina, iban creando una alfombra musical idónea para la magnífica y personalísima voz de Clàudia Colóm. Así nos presentaron los nuevos temas que formarán parte de su eminente disco; unas canciones, como en el anterior, compuestas en su mayoría por Edu Giró, la parte musical, y Clàdia Colom, los textos, que son una creación totalmente nueva y personal, aunque con aires de temas tradicionales, y que están llenas de sensualidad y contenido. Uno de los aciertos de la FMM.
VIERNES
Clara Andrés
Después de entrevistar a Carles Dènia sobre su nuevo disco, fuimos a ver a la cantante valenciana Clara Andrés, que nos presentaba su último trabajo, Entre línies. Posiblemente el lugar y las circunstancias del concierto no eran las idóneas, pero así y todo, la voz y las canciones de la artista de Oliva, cautivaron al público asistente.
Carles Dènia
La actuación de Carles Dènia y La Nova Rimaire, la banda que le acompañaba, formada por Vicent Carrasco y Tóbal Rentero a las guitarras y los hermanos Paco y Carlos Lucas a los laudes y las bandurrias, fue uno de los momentos culminantes de toda la Fira. Era la presentación, en la misma, de su disco, L’home insomne.
Con el Fandango de Moixent / U de Macastre, empezaba la actuación; que seguía con Fou Gandía el meu bressol, una especie de mini autobiografía del artista. Cominezo de ese recorrido que, por todas las regiones valencianas, propone su trabajo y, en este caso, su concierto. Después de oír L’U i de L’U i Dos, ahora era el momento de las malagueñas, Malagueña del Rebolledo.
Entonces llegaron los Cants de Batre, con un Carlos Dènia adelantándose hacia el público y interpretando en solitario, esos temas que se han recogido, principalmente, de lo que cantaban los campesinos en las labores del campo.
Luego fueron, Jota y fandango de Culla; el Bolero de l’home insomne, el tema que da título al disco, una declaración de principios, que habla de quien pierde el sueño, tanto por las cuestiones estéticas, como por las sociales, como él explicaba; y las Jeringonzas de Navalón, un tema lleno de una comicidad a veces crítica, que se canta en muchos lugares.
Recitó entonces el tema que luego cantaría, La tradició mal entesa, que continua: «El nostre cant dilapida/i en virtut de la puresa/ Acaba matant-lo en vida/d’avorriment i tristesa» [La tradición mal entendida/nuestro canto dilapida/ y en virtud de la pureza/ lo acaba matan en vida/de aburrimiento y tristeza], eje principal de su disco, en el que ha querido volver a los orígenes del cant d’estil.
Seguía, La petenera, que el cantó acompañándose solamente con su guitarra, con ese ritmo lento que le ha dado; Seguidillas manchegas de Zarra y Enguera con las que finalizó la presentación de su nuevo trabajo; y entonces pasó a interpretar dos canciones de sus anteriores discos, Deixeu-vos de retreure’m les passions, de El paradís de les paraules; y Malaguenya de Barxeta, de Tan alta com va la lluna, con los que acababa el concierto; aunque ante la insistencia de los espectadores, lo prolongó con unas riberenques, Com una llum matinera, tambien de su nuevo trabajo.
Así acababa uno de los conciertos más interesantes de la FMM, con un Carles Dènia pletórico, aunque nos dijese que había dormido poco y según él, tenía la voz un poco tocada; comunicativo con el público, que disfruto con él, como lo acreditaron los aplausos con que fue acogido.
Estampades
Pasábamos por la plaza de Sant Domènec, uno de los lugares donde se iban desarrollando algunos de los muchos espectáculos que se hacían en la calle, cuando encontramos a Estampades, dos mujeres que estaban colgadas de un andamiaje hecho con hierros y grandes bobinas de hilo. Era un homenaje-denuncia de lo que fueron aquellas colonias textiles donde el régimen laboral de los trabajadores era casi de esclavismo. Un espectáculo circense, Enfilat S.A., que reunía a una gran cantidad de espectadores que seguían las evoluciones de las acróbatas, con gran interés.
Contracorrente
Llegamos, después, a La Taverna, para escuchar al grupo portugués Contracorrente, que presentaban, de la mano de la asociación d’Orfeu, una selección de textos de las consideradas músicas de protesta, que ellos han arreglado brillantemente y que, con la voz de Sara Vidal al frente, iban desgranando. Desde Victor Jara a Mercedes Sosa, desde Chico Buarque, hasta Jose Afonso, pasando por Miquel Laboa o incluso U2 y su Sunday Bloody Sunday. Un grupo en el que estaba Miguel Calhaz al contrabajo, que nos cantó algún tema de su repertorio de cantautor con contrabajo, algo inédito; André Cardoso a la guitarra; Rodrigo Neves a los vientos; y al violín y la mandorla y también como director musical, Manuel Maio; además de la ya citada Sara Vidal que ya vimos el año pasado con su trabajo dentro del proyecto multinacional Folk Mus, siguiendo esa trayectoria de trabajos de gran interés, como el otro en el que está actualmente la cantante, A presenca das formigas, que acaban de presentar Pé de Vento.
A Vore
Antes de entrar en el Kursaal para ver a Roger Mas, pudimos, en su patio, asistir a otra de las propuestas más arriesgadas de la Fira, A Vore, una creación de Ramón Balagué, con la unión del grupo de jazz Astrio, junto a las bailarinas Sònia Gómez de danza contemporánea, y Carme Balagué de danzas tradicionales, a la que acompañaban el cantaor Pere Gumbau y la dulzaina de Pau Puig. Una de las apuestas de la FMM, estreno absoluto, que marcaba, nuevamente, esta voluntad de unir tradición y modernidad.
Roger Mas
El cantante de Solsona presentaba su último trabajo, Irredempt, en el que se enfrenta a su música de la manera más simple posible, él solo, con su guitarra. Una fórmula que cree que es ahora y no en épocas anteriores, cuando está preparado para ofrecer, declaraba hace poco. Rodeado de nueve espejos que lo reflejan, un escenario ideado por Lluís Danés. Es éste un espectáculo en el que los seguidores del artista lo van a disfrutar de forma total. En él, Roger Mas, demuestra que su música y su voz no necesitan de otros artificios que una guitarra y unos reflejos especulares para entusiasmar a sus seguidores.
BandAdriatica
Y tras esa música de elementos mínimos, llegaba uno de los espectáculos más contundentes de la FMM, una banda que nos trae sus canciones entroncadas tanto con la música italiana como con la balcánica y la oriental, en una explosión de ritmo y potencia que consiguen gracias a los ocho miembros del grupo que con guitarras, percusiones, instrumentos de viento y el acordeón diatónico del artista de Salento, Claudio Prima, líder, también cantante y principal animador de la, como se definen, balcanico-salentina BandAdriatica.
María Munoz/Malpelo & Niño de Elche
Volvíamos al Kursaal, en este caso la Sala Petita, para ver una de las joyas de la Fira. En un escenario con fondo y suelo negro, María Muñoz y Niño de Elche, también ellos dos vestidos de negro, ofrecían un dialogo, a veces mudo, a veces con una guitarra ya fuera flamenca o eléctrica, y a veces con sonidos que ellos generaban, protagonista de sus Siete Lunas. Un dialogo en el que ambos se enfrentaban, se complementaban, se fundían en las conversaciones que proponían, llenas de matices, encuentros y desencuentros, en uno de los espectáculos más sorprendentes, y también más aplaudidos de la FMM, donde se demostraba, aquí sí, que con lo mínimo se puede llegar a lo máximo, si la calidad, del cantante y la bailarina, como en este caso, acompañan a la propuesta.
Carmen París y Nabyla Maan
Nos quedaban, para acabar el día, dos espectáculos con las mujeres como protagonistas. El primero, la unión de la cantante aragonesa, aunque nacida en Tarragona, Carmen París, la mujer que ha llevado la jota, con gran acierto, a otros circuitos fuera de los más tradicionales, como era aquí también el caso; y la marroquí Nabyla Maan, una de las voces jóvenes más importantes de su país.
Lo que vimos era la coproducción del Festival Pirineos Sur y L’Boulevard, que igual que en años anteriores, como nos explicaba la propia Carmen París al acabar su actuación, proponen la convergencia de un artista aragonés con otro marroquí, en este caso siendo ellas dos las elegidas. Después de 15 días conviviendo en una casa todos los músicos que intervenían en el concierto, nos seguía explicando la cantante, conformaron el repertorio que es el que interpretaban en la Fira, en su cuarto concierto, después del que hicieran en el propio Festival Pirineos Sur, después en Casablanca, y el que habían hecho el día antes en las Fiestas del Pilar.
No hace falta hablar de la calidad de la voz y de los temas de Carmen París, que aquí potenciaba con su unión con Nabyla Maan, que también presentaba sus propuestas, haciéndolo ambas con una verdadera interacción, no con una alternancia de interpretaciones de una y otra, si no con una verdadera fusión de voces, temas y estilos, tanto de las cantantes como de los músicos que las acompañaban, lo que le daba, realmente, un gran interés a la propuesta, otro de los puntos culminantes de la FMM.
La Yegros
La otra cantante que, a nosotros, nos hacía despedir este día lleno de música, era La Yegros. La argentina que prácticamente acababa aquí, solo le quedaba el concierto de Madrid, la gira que ha estado haciendo este año, una gira de gran éxito y, también de grandes exigencias, como nos explicaba ella misma; dispuesta ya a volver a sus cuarteles de invierno en Montpellier, donde reside, y preparada para cargar pilas de cara a su nuevo disco, ya en marcha.
Si en las distancias cortas Mariana Yegros, es una persona dulce y cercana, en el escenario se convierte en una verdadera bestia artística, imponiendo sus ritmos a los espectadores, basados en el chamamé argentino y la cumbia colombiana, a los que hace bailar, ponerse en cuclillas y saltar gritando, seguir sus evoluciones vocales cantando con ella o formar coros y coreografías obedeciendo a sus mandatos. Un verdadero torbellino ante el que un compañero de la prensa se preguntaba que pintaba la cantante en una Fira como la de Manresa; pero que él mismo se contestaba: divertir a la gente. Y desde luego que La Yegros, con su banda, consiguieron completar mi recorrido del día de una forma inmejorable.
SABADO
Ada Vilaró
Las 11:30h era la hora prevista para que Ada Vilaró abandonase la silla en la que había estado sentada las últimas 24 horas en la Plana de l’Om, en el centro de Manresa, en absoluto silencio, con una única forma de comunicarse con su entorno: unas pizarras y unas tizas donde escribía lo que necesitaba y donde todo el que pasaba por la plaza, podía también escribir sus opiniones. Una performance que quería potenciar el espacio público como lugar de encuentro. Un tour de force lleno de significado
Ertza
Cerca de allí, en la plaza Sant Domènec, el grupo vasco, Ertza, sorprendía a los numerosos espectadores con un espectáculo de danza, donde tres bailarines, una mujer y dos hombres evolucionaban vestidos cada uno de ellos únicamente con unos calzoncillos masculinos, mientras una voz en off iba reflexionando sobre la idoneidad de estar haciendo aquello en la calle, delante de tanta gente y de una tal falta de privacidad, y a plena luz del sol…
Germán Díaz
El Método Cardiofónico era el espectáculo que presentaba este zanfonista, uno de los más reputados del mundo, y que se basa en una investigación de los años 40 del Dr. Iriarte en la que registró los sonidos del corazón, que Germán Díaz reproducía aquí ayudado por una serie de máquinas que iban leyendo las melodías. Contaba también con la ayuda del oboísta Benxamin Otero y su propia zanfona. Un verdadero experimento que como tal tenía su interés.
Ester Rada
La cantante judía de origen etíope llenó el Teatre del Conservatori con su propuesta de ritmos procedentes de la música urbana, la tradición etíope y, fundamentalmente, el jazz, el funk y el soul, con una potentísima voz que se acerca especialmente a este último estilo. Arropada por una potente banda fue seguida por un nutrido grupo de espectadores que aplaudían frenéticamente cada una de sus canciones y los solos, constantes y extensos, de sus músicos, mientras una parte de la sala la iba abandonando, posiblemente creyendo que iba a ver un espectáculo más cercano a las músicas tradicionales etíopes e israelís, que al jazz. No se puede negar la calidad de la propuesta de Ester Rada, pero, posiblemente, no era la Fira el sitio más adecuado para su actuación.
Kamila Jubran, Sarah Murcia & Werner Hasler
Volvíamos a la sala El Sielu para asistir a otra de las actuaciones rayanas a la experimentación, que estaban programadas. Nos referimos a la cantante y oudista palestina Kamila Jubran que presentaba Wasl, un espectáculo basado en los poemas del marroquí Hasan Najma, y el palestino Salman Masalha; con la ayuda del contrabajo y los loops de la francesa Sarah Murcia, una joven y brillante instrumentista que también ayudó a traducir, al castellano, las palabras de presentación de la palestina; y del suizo Werner Hasler, rodeado de máquinas electrónicas que hacía funcionar con pies y manos, acudiendo por momentos a una trompeta que, a veces tal cual y otras también pasada por la electrónica, completaba las instrumentaciones. Uno de los aciertos del espectáculo fue la proyección, aunque en un lugar algo incómodo de ver, de la traducción de los poemas, parte fundamental del mismo, que la cantante palestina, con su preciosa voz nos iba interpretando encima de los complejos fondos musicales que creaban sus compañeros.
Tomatito
La actuación del guitarrista flamenco José Fernández Torres Tomatito, el eterno acompañante del maestro Enrique Morente, era de las más esperadas y no defraudó en absoluto. Constelación familiar, se llamaba el espectáculo que nos presentaba, y tenía su porqué, ya que formaban parte del elenco que le acompañaba, sus hijos María Ángeles Fernández, al cante, y José Israel. Tomatito hijo a la guitarra, además de los otros cuatro componentes del grupo, Cristóbal Santiago El Cristi, a la guitarrista; otro cantaor, Kiki Cortiñas; un percusionista, El Moy; y la bailaora, Paloma Fantova, coprotagonista con el maestro de un último número, con el que se cerraba el espectáculo, absolutamente espectacular. Su hijo José Israel, en un tema como solista, demostró que pese a su juventud ya es una de las guitarras que habrá que tener en cuenta en el mundo del flamenco. En cuanto a María Ángeles su interpretación de Romance de Curro el Palmo, de Joan Manel Serrat, fue impecable, personalísima y con toda la emotividad que el tema requiere. En cuanto a Tomatito, de su guitarra surgieron los mejores momentos, con un toque preciso y a la vez lleno de creatividad, consiguiendo con su instrumento un sonido profundo y armónico que llenaba toda la sala. Otro de los mejores momentos del festival.
Nit de Ball Folk
Otro de los eventos más esperados, especialmente por los amantes del baile, era la Nit de Ball Folk [noche del baile folk], en la que en La Taverna, se fueron sucediendo los grupos folclóricos Niu, con Francesc Tomás «Panxito» y sus dos hijos, Alba y Joan, como componentes, con la colaboración de la asociación La Clavellinera, dedicada a la divulgación del baile de plaza, interpretaban las jotas del Priorat.
Los siguientes fueron Música Nostra, el grupo tradicional mallorquín que lleva más de 30 años investigando sobre la música de su tierra, que a la vez dan a conocer en sus grabaciones y actuaciones, con la cantante Miquela Lladó al frente.
El tercer grupo, último de la noche, fue el de los occitanos Cyrille Brotto y Guillaume López, Le bal Brotto López, que utilizan su virtuosismo instrumental para ofrecer un repertorio de temas tradicionales, que fue seguido de forma frenética por los bailarines que llenaban la pista.
DakhaBrakha
En cada FMM siempre encuentro, como mínimo, a un artista que me sorprende absoluta y agradablemente. El año pasado, por ejemplo, fueron los magníficos Redi Hasa, desde Albania, y la cantante italiana Maria Mazzotta, que presentaban su disco Ura, como comentamos aquí en su momento. Este año han sido los cuatro componentes del grupo ucraniano DakhaBrakha, formado por tres mujeres multiinstrumentistas, Iryna Kovalenko, Olena Tsibulska y Nina Ganeretska con unas voces extraordinarias, y con el contrapunto del cantante y también multiinstrumentista Marco Halanevych.
Desde un primer momento sorprendieron, con un principio espectacular, con sus voces imponiéndose a unas percusiones más que contundentes, y luego acompañadas por un violoncelo, con unas melodías que se iban transformando por la riqueza de las voces, que se multiplicaban, se duplicaban y se cruzaban entre ellas, creando una especie de tela de araña vocal que se mantuvo a lo largo de todo el espectáculo.
DakhaBrakha consigue con su música y los sonidos que sacan de sus instrumentos y de sus gargantas, recrear escenas naturalistas que nos trasladan a unas montañas o a un bosque; a la placidez de la naturaleza o al fragor de ella misma cuando estalla una tormenta. Y todo ello con un nivel de interpretación de una precisión y, por ello, de una dificultad extrema, que nos acerca sus músicas de procedencias étnicas, pero mezcladas con una teatralidad y un minimalismo, creando un espectáculo a la vez tradicional y moderno, con momentos de humor y de sentimentalismo. Si el desembarco en la FMM del grupo es una forma de entrar en nuestro mercado, estamos deseando que eso ocurra para poderlos ver en una actuación sin los límites de tiempo obligados de la Fira.
Carles Belda y Joan Garriga
Acababa el día con los dos acordeonistas más interesantes de nuestro entorno, Carles Belda y Joan Garriga, rodeados de vinos, cavas y público, que podía degustar tanto su música como los caldos que se les ofrecían y que, por supuesto, concluyó con Les Rondes del vi, cantadas por todos los presentes.
DOMINGO
Les Bethmalais
Nos levantamos a ritmo de danza, con Les Bethmalais, una asociación que lleva más de 100 años en la investigación, la educación y la promoción de la cultura occitana del Pirineo, que estaban en el Pla de l’Om mostrando sus bailes y sus canciones. Después de escucharlos nos dirigimos nuevamente al Teatre del Conservatori.
Esbart de Sant Cugat y Pere Martínez
Allí el Cos de Dansa de l’Esbart Sant Cugat presentaba su nueva propuesta que acerca la danza tradicional al flamenco, de la mano del cantante Pere Martínez, que se acompañaba del su Quartet, un pequeño grupo, con un violoncelo, una guitarra flamenca, y percusión. Pero en una doble vuelta de tuerca, si el grupo de bailes tradicionales catalanes se acercaba al flamenco para sus interpretaciones, el cantaor había escogido canciones del repertorio de los cantautores catalanes para reinterpretarlas en clave flamenca.
El resultado era espectacular. Unos temas que, ya de por sí, en la voz de Pere Martínez, adquirían la entidad suficiente para constituirse en un espectáculo por sí mismos, eran potenciados por unas coreografías espectaculares, interpretadas con una precisión y un gusto exquisito por todos los bailarines. Momentos como los correspondientes a, Que volen aquesta gent, el tema de Maria el Mar Bonet o la canción de Lluis Llach, Vida, nos transportaron con su magia a unos estadios artísticos difícilmente superables. Otro de los grandes aciertos de la FMM.
Clausura
Una Fira que aún seguiría por la tarde, con la compañía de Marta Carrasco, la clausura del mismo con La Viola d’Or una zarzuela catalana de Enric Morera estrenada en 1914 y con la NEWCat_ètnic, para acabar la fiesta en La Taverna.
Porque realmente una fiesta, des del punto de vista artístico, fue esta FMM que, con su espíritu de aunar cultura popular y música, se nos ofreció como una de las mejores de los últimos años. Las actuaciones destacadas de Carles Dènia; María Muñoz y Niño de Elche; Carmen París y Nabyla Maan; Tomatito; DrakhaBrakha; y Pere Martínez junto al Cos de Dansa de l’Esbart de Sant Cugat, así lo corroboran.
Ya estamos esperando el próximo octubre para ver que otras propuestas, seguro que tan interesantes como las de este año, nos deparará la Fira Mediterrània de Manresa . +Info | Relacionados | Texto y Fotos: Federico Francesch | DESAFINADO RADIO