Duquende & Guadiana & Niño Josele & Piraña.
Duquende & Guadiana & Niño Josele & Piraña.
Festival flamenco a Nou Barris
Pati de la seu del districte de Nou Barris. Barcelona.
15 de mayo del 2008
En la primera edición de este festival, hace ya 9 años, éramos pocos los asistentes, pero recuerdo que quedamos sorprendidos por la propuesta de aquella noche, Moraito Chico a la guitarra, presentaba a El Barullo y a Fernando de la Morena, aquello inauguraba una era de flamenco en Barcelona y el público lo supo enseguida. La idea en este caso era similar, Niño Josele, un guitarrista consolidado que ya había estado en Nou Barris en el 2003, junto a Piraña a la percusión presentaban también a dos cantaores, Guadiana y Duquende. Antonio Suárez Salazar ‘Guadiana’ de la saga de los Porrina igual que El Piraña es un cantaor con buena voz y que conoce bien los cantes, pero al menos en esta ocasión no acabó de encontrase ni con la guitarra de Josele, ni mucho menos con el cajón, había momentos que daban ganas de que la mano derecha de Piraña que acompañaba con unos golpes monótonos y aburridos, se callara de una vez, una primera parte muy floja donde el público, llenazo absoluto de la plaza del distrito, estaba frío y a la espera, nadie pidió bises. La segunda parte apareció Juan Cortés “Duquende” y hasta la luna brilló con más fuerza. El de Sabadell acaba de sacar al mercado su Live in Cirque d’Hiver Paris Flamenco records 2007 y venía a demostrar que esa maravilla no era casualidad, Con las primeras Tarantas y Soleas, la voz de Duquende se adueñó de la noche, el público, ese público experto que es fiel en este festival, se dio cuenta de que el grito de Duquende era otra cosa, un servidor intentó olvidar la grabación y centrarse en lo que ocurría en la plaza, los tangos, bulerías, esos increíbles fandangos, fueron la demostración de que el de Sabadell está en su mejor momento, estuvo soberbio y sobre todo en bulerías y alegrías Josele y Porrina ayudaron a ello, pero con todos los respetos, me gustaría saber que hubiese pasado si la guitarra la hubiese conducido Chicuelo, soñar no cuesta nada. // Candido Querol