Coetus
Coetus
Bikini, Barcelona. 25 y 26 de junio de 2013
Cuando a Aleix Tobias se le ocurrió formar un grupo para recuperar “melodías, versos y ritmos que han perdurado a lo largo de la historia convirtiéndose en tradición”, más de uno se echó las manos a la cabeza. Cuando encima advirtió que lo haría a través de los instrumentos de percusión para que dejaran de ser un mero acompañamiento, sus amigos ya le empezaron a dar de lado. Pero cuando aseguró que para ello formaría una Orquesta de Percusión Ibérica con hasta diecisiete músicos, ya lo dieron por “loco”. Pues gracias a esa bendita locura ya han editado dos discos, Coetus (Temps Record, 2009) y Entre Tierras (Temps Record, 2012), han viajado con su música a Francia, Brasil o Bélgica y se han recorrido gran parte de la península ibérica llegando a tocar hasta en la legendaria ciudad salmantina de Peñaparda (cuna del pandero cuadrado).
Inmersos en esa misma demencia se propusieron hacer dos conciertos en la Sala Bikini de Barcelona y allí que fuimos el primer día para disfrutar con ellos.
En estas paginas nos hemos hecho amplio eco de sus actuaciones y discos, y no me gustaría repetirme en los halagos de mis compañeros, pero me temo que lo haré.
Pero es que solo ver el escenario repleto de instrumentos (panderos cuadrados, cañas, morteros, cántaros, ollas, tambores, sartenes, zambombas, etc.) ya presagiaba algo grande. Después cuando entraron todos los músicos, se colocaron y empezaron el concierto, la sensación fue que su música nos golpeó, nos atrapó y ya no nos soltó hasta que desaparecieron después de casi dos horas de puro goce. Entre medio casi veinte canciones de sus dos discos y el estreno de algún tema nuevo, con momentos para no parar de bailar, otros divertidos y otros de puro sentimiento. Todo eso con un cambio constante de situación, de instrumentos, lo mismo aparece una kora que un chicotén (de la familia del salterio), o se marcan unos bailes que te empujan a hacer lo propio. Y, como no, esas didácticas y también divertidas explicaciones sobre el origen de cada tema.
La teoría dice que sus canciones son una revisión, desde un punto de vista contemporáneo, de las músicas tradicionales, pero lo cierto es para nada hace falta ser amante de la tradición para deleitarse de su propuesta, y “a pesar” de que los instrumentos de percusión tienen mucho peso, está hecha desde la sensibilidad.
En su concierto, y siendo diecisiete músicos, no querría destacar a nadie por encima de otro, porque todos son necesarios, pero la fuerza y poderío que se consigue con toda esa percusión, se enfatiza con el contrapunto de Xavi y sus múltiples instrumentos de viento, junto con el bajo de Guillem, y si le añadimos las imprescindibles voces de Judit, Ana y el gran maestro Eliseo Parra, le dan un sentido a ese todo que demuestra que el total es muchísimo más grande que la suma de sus individualidades.
Esa noche (e imagino que otras muchas noches) todos disfrutamos con su música y también les vimos disfrutar a ellos. Porque como dicen en su canción No Le digas a Nadie: “Que tocar el pandero no da de comer…”, pero como alimenta el alma!!!!.
Y para que veáis que esa noche no solo fue especial para todo el público, aquí van unas palabras de Aleix Tobias que hemos “robado” de su facebook: “No hay nada que me guste más que sentir la unión entre arriba y abajo del escenario, cuando se rompe la barrera entre activo y pasivo y todos formamos parte de un objetivo común que es disfrutar del presente inmediato, vaciarnos para sentirnos llenos a través de una música que es de todos gracias a nuestros antepasados y nos explica quiénes somos y de dónde venimos. A veces pienso que, depende con qué música, el escenario dificulta esta unión. Ayer y anteayer no fue el caso, para mí hubo momentos en que esta distancia desaparecía y me hizo muy feliz! Quiero agradecer tantísimo, tanto a quienes estaban arriba como abajo por haber creado dos noches inolvidables. Mil gracias a todos.”
¡Mil gracias a vosotros!. +Info | Relacionados | Miguel Amorós.