Chicha Libre

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 “¡Sonido Amazónico!”
Barbès Records / Crammed Discs, 2009.

Difícil escribir sobre un disco en que la importancia de la música es equivalente a la de toda la historia que la envuelve. Y es que ¡Sonido Amazónico! (Barbès Records / Crammed Discs, 2009) fundamentalmente consiste en un sentido homenaje surgido de la pasión. La pasión por un estilo, la Chicha, cuyos orígenes son dignos de contar. Bien, resumiendo: en los 60, en medio de la selva peruana, en ciudades como Moyobamba, Pucallpa o Iquitos, la Cumbia colombiana empieza a fusionarse con el Carimbo, ritmo amazónico brasileño de origen africano, la propia música criolla peruana, la distintiva escala pentatónica andina….y todo ello bajo la influencia local de la población Shipibo de origen Quechua. Unido todo esto con un poco de percusión cubana, se obtuvo la llamada Cumbia Amazónica. Por naturaleza humana, las cosas no podían quedarse ahí. Así que a finales de los 60 se descubre petróleo en la jungla. Empiezan a llegar “occidentales”, la profunda tradición guitarrística peruana se electrifica, surgen el Rock and Roll, el Surf, el Moog, pedales Wah-Wah… todo ello bajo la influencia, ahora, de la emigración rural a Lima. Y si ese movimiento humano hacia las urbes dio lugar al Afrobeat en Lagos, al Soukous en Kinshasa, al Ska en Kingston… en Lima dio lugar a la Chicha. Nos encontramos en los 70 con un montón de grupos tocando un estilo realmente extraño y psicodélico, en el que se vislumbran infinidad de influencias, defendiendo un carácter indígena y amazónico que topa ante la intransigencia de la clase media limeña, de los intelectuales y críticos. Ya sabemos qué sucede con lo que viene del pueblo y huele a selva. Nombres con su propia historia y manera personal de interpretar la Chicha: Juaneco y su Combo, Los Hijos del Sol, Los Destellos, Los Mirlos, Los Diablos Rojos, Eusebio y su Banjo, Los Tigres de Tarapoto… Toda una cultura musical que queda anclada en los bailes del Perú más pobre y del todo desconocida para el resto de la humanidad. Tras estos ínfimos trazos de historia que espero prendan la curiosidad del lector (investigue usted, ¡investigue!), nos plantamos en la actualidad. Y como por naturaleza humana las cosas no podían quedarse así…ahí que aparece un músico parisino, Olivier Conan, que regenta un club llamado Barbès (no podía ser de otra forma), en Park Slope, Brooklyn, New York. Olivier se va a Perú en busca de inspiración latina y en Lima, se da de morros con la Chicha. Se enamora apasionadamente, compra cientos de discos, la gente se interesa, crea el sello Barbès Records, edita el recopilatorio The Roots of Chicha: Psichedelic Cumbias from Peru (Barbès Records, 2007) y funda el grupo Chicha Libre para tocar en directo, desde hace más de dos años, cada lunes en el Barbès. El siguiente paso obvio, grabar ¡Sonido Amazónico! Si ya de por si la Chicha resulta difícil de clasificar, imaginaos cuando se afrancesa y se norteamericaniza. Vienen ahora a mi cabeza nombres como Caléxico o DeVotchKa en ese mismo sentido. Sí cabe afirmar que el carácter bailongo se difumina un poco en mano de los de Brooklyn, pero aportan elementos propios a un género que desconocían tan sólo tres años antes. Nos encontramos con 14 temas en que se reinterpretan clásicos del género como Sonido Amazónico de Los Mirlos, El Borrachito de Los Hijos del Sol, Un Shipibo en España de Juaneco y su Combo. Se achicha a Vivaldi (Primavera en la selva), a Maurice Ravel (Pavane pour une infante défunte), Eric Satie (Yo no fui, tema que trae a mi recuerdo al también francés Georgie Dann), L´Eté Indien de Joe Dassin y Toto Cutugno, el Palomitas de Maíz (Popcorn Andino)…todo ello gracias a la guitarra eléctrica, surfera y spaghetti western de Vincent Douglas, los psicodélicos teclados de Joshua Camp al Hohner Electrovox, Farfisa o Rouge Moog, las percusiones de Timothy Quigley y Greg Burrows, el bajo de Nicholas Cudahy y el Cuatro, la pequeña guitarra venezolana de Olivier Conan. Un disco tal vez hoy no indispensable, pero… ¿Quién puede saber qué sucederá con la Chicha mañana? ¿Y con los nuevos amantes del género? De momento Olivier Conan y Vincent Douglas ya trabajan en su segunda entrega.Myspace // Juanjo Peña Martí.