Pitingo
Pitingo
Teatre Coliseum, Barcelona
18 de febrero del 2009.
Acudí no sin cierto reparo al estreno de este espectáculo que va a estar durante 15 días en nuestra ciudad. A las dos horas y media salí dispuesto a pregonar a los 4 vientos que hay que ir ver a Pitingo, no como cantaor de flamenco, que lo es, no como cantante de soul y de gospel (que lo siente como suyo), hay que acercarse al teatro Coliseum para ver y escuchar a este fenómeno que mezcla dos músicas que conoce y siente pero sobre todo hay que ir para disfrutar de este joven gitano de Huelva, que contagia optimismo a raudales y consigue hacer feliz a la gente con una música que gusta, convence y divierte, posiblemente es lo máximo que puede conseguir un espectáculo. Empezó la noche con un gospel a capella de Lillian Guidry "Missy" que estremeció el teatro, (aunque para mi gusto le sobraba volumen), aparece Pitingo se canta unas seguiriyas de Caracol a pelo y las empalma ayudado por la guitarra de Juan Carmona "habichuela" con Georgia in my mind, casi nada, lo revuelve con Los quereles de su primer trabajo discográfico, aquel Pitingo con habichuelas Universal 2006. Aparecen bajo eléctrico, batería y percusiones y coros y se traen a su mundo propio, Mamy Blue y Yesterday. Se van y nos dejan con las percusiones del Moreno y el Benji que tocan el cajón como si les fuese la vida en ello. Vuelve Juan Carmona con un segundo guitarra y se marcan un acercamiento a guitarristas como Carlos Santana (un momento flojo para mi gusto). Pitingo anuncia que viene la segunda parte y da permiso para que cada uno haga lo que quiera menos fumar. Empieza a sonar Killing me softly with his song, se levanta un telón y aparece todo un grupo de gospel, mas Alonso Titirio a los teclados y señores y señoras las mil personas que estábamos en el teatro decidimos levantarnos al unísono para bailar. Nos explica que esta noche la crisis no debe afectarnos y se lanza con Don’t worry be happy y sin darnos cuenta esta explicando que a veces Dios se lleva a alguien por que la quiere para él, y nos canta A tu vera en homenaje a Lola Flores, otra ovación de gala. Después para mi el mejor momento de la noche, Pitingo y Habichuela solos se marcan dos cantes por soleas que enlazan con Luis Armstrong, aquí es donde me convence. Cualquier aficionado sabe que en la solea como en otros cantes antiguos hay un cante de entrada, uno valiente y uno de salida, (hay gente que critica a Pitingo por el echo de que en el segundo o tercer tercio al pasarse a elementos del soul, sacrifica el cante) es una manera de verlo, pero cuando se mezcla tan bien unas soleas con Louis Armstrong, señores a mi solo se me ocurre felicitarlo. Al final nos presento a Fernando Soto un jerezano que baila y canta con un sentimiento especial (precioso su Corazón loco) y acabó la cosa con una fiesta gitana donde todos bailaron y palmearon con ganas de gustar, yo de ti me daría una vuelta por el Teatro Coliseum. // Candido Querol