Chechelos
“Instinto” Crowdfunding, 2017
Debo reconocer que me perdí su actuación en la sala La Iguana de Sants el pasado 6 de julio, pero el disco llegó a mis manos y lo disfruto desde entonces. Dos chelistas haciendo folklore argentino, perdón dos chelistas y dos voces (muy importante) Mauro Sarachian y Ramiro Zarate Gigli son dos miembros de la Orquesta Filarmónica de Rio Negro, en conversaciones (imaginamos nocturnas) se dieron cuenta que les unía su gusto por el folklore, y empezaron a ensayar algunas de las canciones que les gustaban, se formaron como dúo en enero del 2016 y al año siguiente ya eran grupo revelación de algunos festivales. Algunos secretos que nos cuentan en una entrevista de Gabriel Plaza para La Nación me han ayudado a entender el porqué de ese triunfo. Para que el folklore suene a folklore y no a música clásica desarrollamos algunas técnicas como el “chop” los americanos lo usan con el violín para que simule un chasquido de guitarra en la música country. O en la formación de acordes usar la mano derecha como los guitarristas. La verdad es que es toda una sorpresa y la mayor parte del tiempo te olvidas de los instrumentos y sólo escuchas dos músicos que se adentran en el precioso folklore argentino con sus instrumentos y sus voces, unas voces con ganas de recoger la esencia de ese folklore tan rico. Han escogido canciones populares y también obras de compositores actuales como el riojano Ramiro González presente en varias composiciones. De Los hermanos Ábalos como no, su chacarera La Juguetona para abrir el disco y un gato, con mucho humor que han titulado Gatito de Chaicosqui jugando con la música del compositor hasta llevarla a su particular gato. Del mencionado Ramiro González (Ramiro Zárate había tocado en su banda) han usado algunos temas y escribe las letras para otros, pone la letra para un huayno de Pachi Herrera que se titula Pachamama, (vuelves a pensar que no es posible hacer esto sólo con chelos) consiguen hasta sonido de percusiones. Y viene el apartado vitivinícola, El Cosechelo, un rasguido doble para presentarnos El Cosechero de Ramón Ayala, unas palabras de Ramiro González sobre Vendimias y cosechas. Y La cosechera perdida, también de González. El tema más largo un aire de Chaya dónde no hay prisa para narrar toda una elegía épica (quizás no sean unos cantantes de academia, pero la pasión les honra) ¡viva el vino! Siguen con la Cueca de los coyas y de nuevo la inicial música clásica va cogiendo aromas campestres y acercándose a un pueblo que goza bailando. Aun que se observa que en los temas ausentes de letras las estructuras académicas de la música clásica se aferra con más fuerza. Coyita de otro joven compositor, José Luis Aguirre. Y llega un clásico imprescindible Zamba de Lozano del gran Cuchi Leguizamón, imprescindible trabajar la percusión para hacerlo creíble, sólo adorando este tema se puede tocarlo con dos chelos solamente y sonar tan maravilloso. Vuelve Ramiro González en dos temas Dele retumbar y Vidala sobre vidala. El gatito que ya te comenté y para cerrar el disco La tempranera otra maravillosa zamba ahora de Guastavino / Benarós, un temazo que te obliga a volver a empezar todo el disco para constatar que no ha sido un sueño. Que alegría que músicos con una formación clásica tan importante hayan decidido trasladar su saber para recuperar algunas composiciones que fueron importantes y todavía pueden admitir más arreglos. + info