Barragán
“Chinitas” Auto Editado, 2021
A Pedro Barragán, los aficionados al flamenco que asistimos a la programación de la SFB El Dorado lo conocemos como guitarrista de acompañar, tanto a cantaores clásicos como a bailadores “experimentales” como en el reciente espectáculo con Andrés Marín. Pero, al menos para mí, ha sido una sorpresa muy grata, este primer disco grabado a solas con su guitarra. El joven Barragán, aunque nacido en Barcelona (1979) hace tiempo que desarrolla su trabajo en Sevilla y es allí donde ha grabado este Chinitas, producido por el también guitarrista Ulrich Gotwald. 16 composiciones originales con las que Barragán repasa varios palos. Dos cosas me gustaría destacar del disco antes de entretenerme en los diferentes toques. La elegancia, como ocurre con el toque del maestro Riqueni, el sonido de Barragán es elegante, y con este adjetivo quiero remarcar que el buen sonido se acompaña todo el tiempo de ese estilo refinado en que nada interrumpe el goce musical de esos cuarenta minutos. Seguramente la continuidad (segunda cosa destacable) tiene parte de culpa. Si cierras los ojos y te concentras en el disco lo vivirás como un “continuum” como si cada canción introdujera de algún modo a la siguiente. No hay cortes bruscos, a pesar de que pueda pasar de tangos a cantiñas o de estas a minera. También, si sigues mi consejo y escuchas con los ojos cerrados y de un tirón, te sorprenderá como en algunos momentos Barragán se emociona con su discurso y deja ir suspiros, e incluso silbidos. En eso y también en la elegancia, me ha recordado a mi admirado Luis Salinas. Empieza todo con una serrana cortita, El Ángel, guitarra, suspiros y hasta madera para decirnos que se trata de unas reflexiones muy caseras. San Diego por alegrías nos lleva desde la guitarra española más clásica hasta llegar a Cádiz con ese trémolo final. En Villegas entra por solea, pero respetando también ese clasicismo que comentaba en las alegrías. Sin llegar al drama. Incluso destilando aromas que le permiten anunciar poco a poco la afrutada Guajira (Tunja) de aquí el paso a las bulerías es más fácil, de todos es sabido que las bulerías no tienen problema para hermanarse con cualquier música. O para recordar toques de famosos guitarristas (esos Habichuelas) y llega uno de mis momentos preferidos, esa malagueña, con toda la tensión del flamenco, combinando perfectamente el toque elegante del que hablaba antes (otra vez la guitarra clásica) con esa tensión de la malagueña que de nuevo le sirve para entrar en un ramillete de soleares. Calle Pensamiento es otro de mis momentos favoritos. Vuelven los trémolos en Abuyacub (de nuevo sin abusar) Al -Hidaya es una introducción de Mi negro que son unos tangos que a su vez desembocaran con pasmosa naturalidad en minera. Edipo (hace honor a su nombre) y obliga a Barragán a revisar con gusto a sus maestros. Alegres cantiñas enlazaran de nuevo con naturalidad con granainas que mezclaran sus sabores con seguiriyas que de nuevo como había ocurrido con las soleares, no buscan la tragedia sino la elegancia. Para cerrar unas peteneras que titula Los Carteros y que son el mejor ejemplo de como este músico hace flamenco pero sabiendo escuchar otras “voces” En estas peteneras no podemos evitar escuchar una guitarra que sin duda sabría hablar de tú a tú a otros guitarristas de otras culturas, no me extrañaría que la próxima aventura de Barragán vaya por ahí. Relacionados | Foto: Joan Cortès