Wolfgang Muthspiel
“Angular Blues” ECM 2020
Hace 20 años ¡ahí es nada! el guitarrista Wolfgang Muthspiel editaba en su sello Material Records dos discos muy interesantes, por una parte junto a su hermano el trombonista y pianista Christian Muthspiel, si no recuerdo mal lo busqué porque me llamó la atención la producción de Steve Argüelles (Loose Tubes de Django Bates) en fin una rareza muy divertida, el disco se llamaba Echoes of Techno. Al mismo tiempo salía al mercado otro disco con Rebekka Bakken (voz) Chris Cheek (saxo) y la misma sección rítmica que le acompaña 20 años después en este Angular blues. Scott Colley al contrabajo y Brian Blade a la batería, era Daily mirror, Material Records 2000 al siguiente año 2001 sacarían Daily Mirro reflected con algunas colaboraciones y con un tratamiento diferente de las canciones. Tuve que esperar hasta el 25 de marzo del 2007 para escuchar en directo a Muthspiel, fue en el Auditori y en esta ocasión era a dúo con Brian Blade, un concierto sencillo de los de menos es más, una joyita para unos pocos. Le perdí la pista al pasar a grabar con ECM, este es ya su cuarto trabajo con el sello de Manfred Eicher, pero cosas de la vida, nos volvemos a encontrar. Muthspiel tiene una manera particular de tocar la guitarra en The New Yorker lo han definido como luz brillante y creo que se ajusta bastante. Huye totalmente de alardes de virtuosismo, para él los espacios son fundamentales (quizás para que pueda entrar esa luz sin problemas) son siete composiciones de Muthspiel y dos versiones. Aunque últimamente Muthspiel había contado en el bajo con Larry Grenadier comenta en alguna entrevista que cuándo pensó el primer tema, Wondering, lo escribió pensando en Scott Colley y ciertamente lo primero que te atrapa del tema y por lo tanto del disco es ese sonido cálido de Colley, esos graves que te acarician desde el principio. Siguen con el tema que da título al disco, Angular Blues, retazos de Chic Corea y como no de Monk, la guitarra se muestra esquiva, como si no quisiese ser esa piedra angular sobre la que se ajusta todo sino simplemente uno más. Pero algunos fraseos son tan elegantes que no pueden obviarse. Hüttengriffe una balada preciosa, Colley marca un tempo lentísimo, Blade con las escobillas susurra y Muthspiel nos indica cuan cerca está el jazz de la música europea. Pero si hubiese que escoger un tema por lo bien que se desarrolla para mí sería Camino, sin que apenas lo notes, Muthspiel ya se ha pasado a la guitarra eléctrica, con la que se quedará hasta el final del disco, Blade sigue discreto pero matizando, la línea de bajo es excelente y la guitarra crea sensaciones únicas jugando como si fuesen una acústica y una eléctrica. En Ride parece que todo se vuelve más vertiginoso, como si de repente les hubiese entrado la prisa por no dejarse nada en el tintero, el trio se fuerza a trabajar a un ritmo en que contrabajo y batería trabajan conjuntamente y Muthspiel recoge por primera vez la antorcha de los grandes guitarristas americanos del siglo pasado. Para contrarrestar llega la primera versión, Everything i love (Cole Porter) en el puente con Blade discreto atrás, el contrabajo de Colley se marca un solo de los que quieres escuchar en vivo. Lástima que la gira prevista (de momento aplazada) tampoco recalaba en España. Por cierto el disco se grabó en Japón después de actuar 3 días seguido en el Cotton Club de Tokio. Después llega uno de esos juegos que le gustan a Muthspiel, Kanon in 6/8 y Solo Kanon 5/4, dos temas que juegan a parte en este disco, experimentando con diferentes compases y jugando con músicas de su país, como ya hizo en Early Music Material Records, 2003 cuándo él y su hermano con un sinfín de instrumentos y mucha electrónica jugaron a recrear melodías que recordaban de su infancia. Para cerrar el disco otra versión, I’ll remember april, intenta recordar la voz de Frank Sinatra a través de la guitarra de Muthspiel, pero sobre todo quédate un buen rato escuchando el contrabajo de Colley como te habla y los redobles de Blade dando soporte a la conversación de sus compañeros. Un final precioso para un disco que pienso escuchar muchas veces. + info | relacionados