Vicente Amigo
Woll Damm Barcelona Jazz Festival. Palau de la Música. 19 de febrero de 2021
El guitarrista sevillano nos visitaba después de diversas anulaciones por la pandemia y un Palau lleno de admiradores lo esperaba con ganas, no es para menos, el quinteto de Amigo ofrece un espectáculo de flamenco comparable a lo que consiguió en su día el sexteto de Paco de Lucía. A su derecha una sección rítmica con el bajo de Ewen Vernal que supo secundar al maestro cuándo hacía falta, sobre todo en los tangos, modelar esos ritmos vacilones tan característicos del palo. En la percusión Paquito González que ya había estado dos días antes con Poveda, pero fue con Amigo con quién pudo lucirse de veras. A la izquierda del guitarrista, Antonio Fernández a la segunda guitarra y palmas y Rafael de Utrera al cante, un cantaor que no pretende substituir a El Pele (tantas veces compañero de Vicent Amigo) pero tiene una voz laina casi de falsete, que al principio sorprende y después atrae. Con este quinteto lo normal es que el repertorio se centre en cantes de compás, que permiten el lucimiento de todos los componentes, pero siempre el centro es la guitarra de Amigo. Así empezó la noche con la guitarra sola tocando Sevilla de su último trabajo Memoria de los sentidos, 2017 ¿Que tendrá la ciudad para que dos monstruos como Amigo y Riqueni coincidan en homenajearla? Demostró Amigo que su dominio del instrumento le permite esta faceta de concertista y alargó el tema más de diez minutos, entraron discretamente los palmeros yendo a jugar con palos diferentes (solea) que conjugaban sin sobresaltos con el tema. Entra la sección rítmica y después de agradecer al público su presencia se arrancan por tangos y aquí agradezco la presencia del bajo que da un juego muy particular. En el disco de Memoria de los sentidos se rodea de un buen número de cantaores, Potito, El Pele, Poveda. En directo Rafael de Utrera con su particular voz participa con las voces que le son más cercanas. Entra ahora solo Amigo con una canción preciosa, no la reconozco, son muchos los temas que atesora este gran compositor en toda su carrera, con aires cercanos a aquella música de gente como Triana o Lole y Manuel que marcaron un antes y un después en su acercamiento al flamenco. Pero aun que las participaciones de todos los miembros del cuarteto son importantes, siempre destaca de repente la guitarra por encima de todo. Algún atrevido le pide al maestro granainas, sin tener muy en cuenta la formación del cuarteto. Vicente Amigo con la generosidad que le caracteriza le responde elogiando a Granada. Y sigue ciñéndose al guion. Cuándo uno dirige un cuarteto como este tiene muy claro cómo será el contenido del espectáculo si quiere que este ruede sin altibajos, a veces el público quiere calidad sin reflexionar cómo se consigue esta. La solea como si se tratase de un blues se fue instalando en nuestros corazones para hacernos soñar y acabar por bulerías. Seguían los aplausos y los comentarios, estaba Amigo comunicativo (en todos los músicos es evidente el confinamiento y la falta de comunicación) quiso dedicar el tema a una mujer que había conocido comiendo (todo un detalle que curiosamente al acabar agradeció su acompañante masculino) creo que fue Amoralí que es la rumba que abre el disco. Regreso a la poesía bonita, a la dulzura del concertista, el tempo era de solea y las certeras palmas acompañaban el desarrollo de la maravillosa guitarra, que demostraba las horas que le debe dedicar este hombre a su instrumento. Cuanta magia. Y volvió la fiesta, se iba alternando con la melancolía, todo cabía en esta noche de lujo. La voz de Rafael de Utrera en estos cantes cobra más protagonismo, y las percusiones de González y el bajo de Vernal se crecen acompañando al cantante y robando protagonismo por unos momentos al maestro. Y así hasta casi dos horas de un concierto que demostró el nivel de este hombre que tiene un sitio muy particular en el trono de guitarristas flamencos. A diferencia de otros músicos que puedan compartir ese pódium, lo que ofrece Amigo muy por encima de los otros, son esas canciones / temas que sin ceñirse a ningún palo en concreto te llevan a soñar otros mundos llenos de hermosura, como otros artistas pueden hacerlo con la pintura o las palabras, Vicente Amigo lo consigue con su guitarra. Un placer compartirlo con él y su quinteto (fundamental para el objetivo a conseguir) + info | relacionados | Fotos: Jordi Calvera