Una nit amb solera.
53 Voll Damm Festival de Jazz de Barcelona. Conservatori del Liceu. 27 del 11 del 2021
Una nit amb solera fue una cita novedosa en este festival de jazz que, como sabéis, engloba también al festival de Cajón. La novedad de este evento era la apuesta de Jordi Franco, copropietario de Solera Flamenca por ofrecer un espectáculo en que se presentaban tres guitarristas fundamentales en la escena actual, acompañados de cante y baile. Con cuatro cantaores, una bailaora y un percusionista. Pocas veces he visto un espectáculo tan bien organizado, con tanto respeto a los músicos (sin que nadie pisase a nadie) y al mismo tiempo consiguiendo mostrar lo mejor de cada intérprete. Vayan por delante mis más sinceras felicitaciones a los responsables de la organización y esperemos que se repita. Como te contaba la excusa era la presentación de estos tres guitarras (Solera Flamenca nace desde una tienda de guitarras) Pepe Fernández, Rycardo Moreno y Jerónimo Maya. Los tres tuvieron su espacio perfectamente repartido y los tres contaron con las colaboraciones del resto de músicos al mismo nivel. Os los iré presentando. Pepe Fernández es un joven guitarrista nacido en Francia de familia granaina, entra él solo por solea y pronto tendrá a José Valencia acompañándole con Pocito de nieve. En tres sillas a su derecha, Ana Brenes, Raúl Levia y El Salao (de momento como palmeros) aun que en el siguiente tema ya será El Salao quién acompañará por tangos. Vuelvo a insistir en la importancia de José Antonio Martín “El Salao” un cantaor magnífico que no acaba de reconocerse entre el público como debería. En el otro extremo del escenario otro nombre fundamental, el percusionista David Domínguez, que sería el nexo de unión entre una guitarra y otra. Y faltaba la última protagonista por presentar. Al baile Karen Lugo. La mejicana estuvo increíble, entrando discretamente en cada cambio de guitarristas, cada vez con un vestido igual de impresionante y comulgando perfectamente con las propuestas de cada guitarrista. Con Pepe Fernández fueron unas bulerías que Karen bailó con todo el poderío de Jerez, con una medida del ritmo extraordinaria y una belleza de baile de brazos perfecta. El segundo guitarra es mi admirado Rycardo Moreno, con lo que ha trabajado el de Lebrija con David Domínguez, era normal que ese dúo diera frutos maravillosos, pero primero Moreno demostró cómo trabaja a solas con su guitarra (creo que hubiese necesitado más tiempo para sus desarrollos, pero es natural que las medidas fueran lo más ajustadas posibles) hay momentos en que si cierras los ojos parecen dos guitarras en vez de una. Se incorpora Domínguez con esas percusiones tan respetuosas, apoyando la belleza y dando más brillo todavía dónde ya lo había. Y vuelve a entrar Valencia con esas letrillas gaditanas que hicieran famosas la familia Sordera. Aprovecha Rycardo para presentar a la gente que está en escena y para recordar su primer concierto en este mismo lugar dentro de este festival, pero con un cuarteto de jazz, (esa es la versatilidad de este hombre) agradeció a Jordi Franco y al guitarrista Pedro Javier González su compañía en su etapa de vida en Barcelona y arrancó por bulerías dando paso al cante de El Salao, Ana Brenes y Raúl Levia.