Tommy Emmanuel & Martin Taylor
Tommy Emmanuel & Martin Taylor
“The Colonel & The Governor”, Mesa Bluemoon Recordings / Karonte, 2013
Estamos ante una golosina total para los amantes de la música instrumental y, sobre todo, de las excelsas guitarras acústicas. Se han reunido aquí dos de los principales maestros del instrumento y además combinan muy bien sus diversas influencias y su heterogéneo background musical. El australiano Tommy Emmanuel ha sido alabado y bendecido por un maestro del género y del instrumento como es Chet Atkins. Sus mayores influencias provienen del country y del rock. Mientras tanto Martin Taylor es británico y su pasión mayor es el jazz y, hay que decirlo, la forma de tocar de Django Reinhardt. En algunos momentos también te pueden venir a la mente nombres más jazz aún como Wes Montgomery y también es fácil acordarse del gran Eddie Lang o John Fahey. Pero lo mejor de todo es que estas diferentes procedencias e influencias no impiden que ambos se complementen a las mil maravillas y parece que llevan toda la vida tocando juntos. Otro punto destacado es el hecho de que los 14 temas y la más de una hora de duración no se hace larga en absoluto como suele ocurrir a veces con artefactos instrumentales de estas características. Hay variedad de registros y combinan muy bien los temas standards más clásicos con las composiciones de ambos guitarristas. El disco no podía comenzar mejor que con I won’t last a day without you. Magia pura con dos melodías y dos canciones en una, aunque generalmente uno marca el ritmo y otro se encarga de los punteos. En un clásico como Jersey bounce es fácil acordarse de Chet Atkins con la nítida guitarra solista cabalgando a lomos de la rítmica. En Bernie’s tune escuchas y sientes los dedos desplazándose con gran velocidad por cuerdas y mástiles. True, The fair haired child, Wonderful baby o One day son íntimas y relajadas y producen sensación de auténtica paz. Para atardeceres románticos en playas desiertas, si quedan. Tenemos otros clásicos de corte más animado como Lullaby of Birdland, en el que no pueden reprimir sus gritos de júbilo merced al entusiasmo proporcionado. Otra gran sorpresa y variación la proporcionan con la sorprendente y divertida Down at Cocomo’s, un calypso que parece tener percusiones, pero se trata de rítmicos sonidos que son capaces de extraer de sus guitarras. Acaban también de manera vertiginosa con otra joyita como es I wish I knew how it would feel to be free. ¡Gozada total para los adictos a este tipo de sonidos! + Info | Txema Mañeru