Tom Sochas trío
Milano Jazz Club, 9 del 5 del 2023
No deja de sorprenderme la falta de público en conciertos que a priori deberían interesar a más público ¿Será falta de publicidad, volverá a ser culpa del futbol? Creo que nunca la sabremos, es un enigma como el de las colas en las autopistas.
Tom Sochas es un compositor y pianista franco-americano, instalado actualmente en Londres, que combina sin problemas en sus composiciones, la música melódica, la clásica o el post bop. Con su cuarteto Phoenician Blinds ya publicó tres discos y ahora con este trío junto al contrabajista griego Thodoris Ziarkas y el batería catalán Jordi Pallarés, nos presentaban en el Milano Jazz Club ‘The Sorcerer’ (Khumbu Records, Abril 2022) Un disco que la crítica ha ensalzado y que está permitiendo una gira europea que debería llamar más la atención. Por la calidad de la música y por la implicación de los músicos en los directos. Impresionante.
Pero te lo explico con calma.
Tiene Sochas a la izquierda del piano un sintetizador que empieza usando en el primer tema, Texaco Lily de su álbum The Sorcerer, que están presentando. Y encima del piano un pequeño teclado que usará más tarde, aun que en ningún momento abusó de la tecnología, pudiendo enmarcarse su música dentro del post bop con acercamientos a la música clásica. Siempre con la energía de tres músicos jóvenes con muchas ganas de defender su propuesta. Y también de improvisar, este primer tema que en el disco dura 4 minutos paso a más de nueve. Sochas (con un buen nivel de español) presentó el trío, y comentó que a Jordi Pallarés lo había conocido un par de horas antes del concierto (la magia de los grandes músicos) Continuaron con The Spill, el trio iba lanzado, desarrollos rápidos y cascadas de escalas desafiantes. Ziarkas miraba asombrado a Pallarés que no necesitaba recurrir a las partituras para seguir la propuesta y Sochas desafiaba a ambos con cambios radicales. Siguieron con un estándar, Lady Bird, los estándares son salvavidas en estos casos. Y les permitió explayarse con solos de improvisación y a Sochas jugar con las tripas de su instrumento. Invitaron a un trompetista londinense que está estudiando en Barcelona y tocaron Lament, con aportaciones que sonaban a Chet Baker. Me gustó mucho el sonido de Hugo (no recuerdo el apellido) Siguieron, ya sin trompeta, con Prologue, primer tema del disco, Sochas explicó el significado del tema y vuelta a detalles electrónicos (sin abusos) A continuación preguntó por fans de Monk y explicó que el siguiente tema I Don’t Care estaba inspirado en la lectura de una biografía de Monk que había leído durante la pandemia. Al principio con un piano en solitario muy percusivo y poco a poco con la entrada de la sección rítmica el espíritu del maestro se hizo patente, un placer. Presentó un tema que no estaba en el disco sobre una bebida que es «horrible pero mola» entrada de piano solo, de nuevo muy cercana a Monk y paso a un groove genial que demostró que este hombre sabe jugar en cualquier liga. Todavía quedó tiempo para Hope, que explicó que era el final esperanzador en la idea del disco, inicio electrónico de Sochas y de nuevo contrabajo y batería le dirigen hacia un vuelo alto y lleno de ilusiones para un colofón feliz. No creo equivocarme al pensar que pronto tendremos a Tom Sochas en los festivales más prestigiosos de jazz. + info | relacionados | Fotos: Joan Cortès