The Machetazo
«Searching Hard» Errabal Jazz. 2022
The Machetazo es un quinteto de jóvenes músicos españoles que a partir de su convivencia en Nueva York decidieron apostar por este proyecto con el que han grabado ya tres discos. Por lo que he leído en su web son tres madrileños, un toledano y un vasco, pero todos han completado estudios en Musikene (Centro superior de música del País Vasco) entre otros sitios. Quizás de ahí el interés de la discográfica vasca Errabal Jazz. Son muchos los músicos de todo el mundo que siguen buscando en Nueva York esa confluencia de ideas nuevas que les permite desarrollar proyectos tan interesantes como este Searching Hard. The Machetazo son Daniel Juárez (saxo) Nacho Fernández (guitarra) Dario Guibert (bajo) Jorge Castañeda (piano) y Mikel Urretagoiena (batería) su jazz podría reflejar tanto tendencias actuales americanas, como el jazz de los 90 tanto americano como europeo. Todas las composiciones son originales y los músicos gozan de suficiente espacio para dejarse ir. Pero vamos con los temas. Searching Hard, hay una melodía que los solistas (guitarra y saxo) pronto pondrán a disposición tuya para que puedas seguirla tarareándola, nada, un minuto escaso, enseguida la guitarra de Fernández se alía con el piano de Castañeda en una libertad que para nada depende de la melodía primera. Lo mismo ocurrirá en cuanto entre el saxo de Juárez, de nuevo con la complicidad del piano. Reset, serán cosas mías pero el principio parece que va a ser Mediterraneo de Serrat, por esa cadencia de canción que tanto facilita la escucha. Es un tema muy diferente, aunque también tiene esa melodía que busca seguidores. Es curioso como últimamente están llegando propuestas de gente joven que vuelven a apostar por la melodía en sus composiciones, en clara distancia con todos los proyectos de impro o de free jazz. No tardará el saxo en tomarse sus libertades, también el piano, notas secas alejadas ahora de la idea inicial y la batería de Urretagoiena lanzada a todo trapo permitiendo a sus compañeros dejarse llevar. Bihotzaren barrualdea, el piano coge el tema dónde se había quedado el anterior pero el contrabajo de Guibert le propone otras posibilidades. Con un ritmo que seguramente bebe de raíces del folclore hispano, el quinteto nos va llevando a otros paisajes, un tema corto pero intenso. Donostia es una balada en que la guitarra entra acariciando con suavidad, para a continuación el groovie cercano a gente como Robert Glasper o Lionel Loueke se va imponiendo. El quinteto suena muy unido y este tema me parece un ejemplo perfecto para demostrar que hoy en día esta música ya no tiene fronteras, tanto pueden componerla jóvenes españoles como coreanos, este tipo de lenguaje ya no pertenece a ningún país o etnia. Nork Daki, propuesta curiosa, presentan el tema la sección rítmica y el piano, otro juego de un minuto escaso, entra la guitarra con el contrabajo como diciendo que de aquello nada, y al momento de nuevo el quinteto diciendo que sí, que de aquello todo. Este tema va de pregunta respuesta, el arco (me imagino) del contrabajo dándole un color precioso, después Guibert vuelve a pellizcar y se marca un solo (con detalles del piano) muy bonito. Con Bedland la sección rítmica define la línea dónde trabajar, cascadas de piano para que todos remen en una misma dirección, dúo de piano y contrabajo precioso. La entrada del saxo de nuevo muy cercana a Brecker, Lovano, o nuestro Gorka Benítez. En fin los grandes que te hablaba de los 90. Dueño del fuego es el tema más largo, mas de 10 minutos, entrada de contrabajo con el saxo soplando muy profundo, es un tema con un marcado compás que permite a los solistas mucha libertad, la guitarra vuela en desarrollos hermosos, el saxo con una batería que marca a contratiempo propone otras visiones, el piano apuesta por el romanticismo. Un tema que en directo seguro que permite libertades que ni te cuento. Al final detalles de folclore hispano que crecen en un torrente de energía rompedora. Bakak, es un corte arriesgado, saxo y piano en un dueto de música contemporánea, un experimento que contrasta con los anteriores temas, una composición que va creciendo con buen tino a medida que incorpora al resto del quinteto. Como un helado en medio del banquete. El hombre melancólico, podría ser un tema para el trio básico, son piano, batería y contrabajo los que nos muestran sus armas. Por supuesto que al final todos opinan. Pero creo que la estructura la defienden sin problemas los tres solos. No siempre van a brillar los solistas. Para terminar Tabla de Sator, un dúo de cuerdas muy interesante, un piano que juega consigo mismo, Guibert que vuelve al arco por momentos, el saxo de Juárez sin prisa por despedirse y un disco que pide volver a sonar, una y otra vez. Estos cinco músicos saben lo que se traen entre manos, no lo dudes. + info