N’Faly Kouyate and Dunyakan
N’Faly Kouyate and Dunyakan
“Tunya”
Galileo-MC, 2008
Quizá el nombre de N’Faly Kouyate os resulte familiar. Él toca la kora en Afro Celts Sound System desde su segundo CD y en directo es muy reconocible por su virtuosismo y energía. Este es el segundo disco que aparece a su nombre y al de su banda Dunyakan (la voz del mundo), una autentica babel de músicos de diferentes países. N’Faly nació en Guinea dentro de una familia de griots y ahora vive en Bruselas. Y no solo es un virtuoso con la kora sino que también domina a la perfección el balafón y además es profesor de polifonía africana y percusión. No obstante sus canciones no se basan simplemente en sus habilidades. En los trece temas que contiene este Tunya (Verdad) podemos encontrar una variedad de estilos bastante admirable. Hay sonido de raíz, pero también afro-pop, canto a capella e incluso una incursión en el mundo de la música clásica. Y es que N’Faly tiene una amplia visión de su música y no entiende de barreras estilísticas, aunque eso no quiere decir que abandone su tradición. En Tunya nos cuenta historias de su África natal, de la inmutable naturaleza del destino o de la firmeza de los griots. El disco se inicia de forma dinámica con Dubadén seguido de Dénko, dos temas muy rítmicos y cercanos al mejor afro-pop (y queremos matizar que ese concepto de “pop” no hay que entenderlo en el sentido empobrecido del termino, sino al contrario) y que en directo pueden funcionar muy bien. Sin embargo Télen sorprende por su fusión latina con la mezcla de kora, violines y percusión. Aunque para sorpresa la de Niyo, un tema vocal que nos recuerdan a las belgas Zap Mama por sus juegos de voces. Y en el corte siguiente otra variación, Atypical Conversation, muestra un intenso dialogo entre instrumentos de percusión africanos y occidentales. Y de nuevo otra aventura musical ocurre en Kora Ballade, un bonito cruce entre la kora de N’Faly y un trío de cuerdas. Aunque si tenemos que destacar algún tema nos quedamos con dos: Kobiyé, donde la kora brilla entre los demás instrumentos y con Destinée, particularmente, una de las mejores canciones del disco con un magnifico solo de balafón. En definitiva un buen disco que contiene momentos brillantes, pero quizá la dispersión de estilos no acaba de ayudar al resultado final. // Miguel Amorós.