THE LEAGUE OF CRAFTY GUITARISTS
The League of Crafty Guitarists
EL ARTE MARCIAL DE LA GUITARRA
Dirigidos por Robert Fripp,y Hernán Núñez, The League of Crafty Guitarists se erige en icono de futuro de la guitarra acústica actual
El músico y guitarrista Robert Fripp ha dejado su huella, en la historia de la música popular del siglo XX, con su grupo King Crimson y con cualquiera de los proyectos en los que ha participado. En 1985 comenzó a dar clases de guitarras a aficionados, estudiantes e interesados en su música. Poco a poco se fue dando forma a una banda/proyecto que hoy en día sorprende a públicos variados. The League of Crafty Guitarists está formada por parte de esos estudiantes, expertos y novatos, que dan vida a interesantes y sorprendentes versiones y composiciones. En el escenario suelen actuar unos quince músicos, aunque la banda está formada por un grupo mucho más amplio que presta su apoyo. Aún siendo poco experimentados, cualquier componente puede participar con la formación en el escenario. Con trabajo, inquietud y dedicación uno de ellos puede llegar a ser su director musical. Actualmente, esa responsabilidad recae en el músico argentino, afincado en Alemania, Hernán Núñez. Guitarrista experimentado, miembro de Los Gauchos Alemanes, el responsable actual de la formación, mano derecha de Fripp en este proyecto, detalla en qué consiste esta curiosa y única experiencia musical.
¿Qué es la Liga de los guitarristas “astutos”?
Hay muchas maneras de definirlo pero siempre digo que es un grupo al que hay que ver para comprenderlo. Pero para explicarlo de forma sencilla, creo que es el futuro de la guitarra. ¿Suena muy arrogante, verdad?, pero eso es lo que intuyo. Estamos entrando en algo que apunta a una futura posibilidad de la guitarra, una nueva afinación, un nuevo método, una nueva forma de tocar y una nueva originalidad en cuanto al acercamiento a la forma de presentar la actuación de la banda. Se podría decir que somos un ensamble de guitarras afinadas de forma diferente, pero se trata de algo más, que tiene que ver con la música y no sólo con la guitarra.
¿Una manera de investigar el sonido y la técnica de la guitarra?
La investigación y el desarrollo de todas las posibilidades que el instrumento nos da, pero siempre con la música, que es lo que más nos importa. Podrían ser otros instrumentos, pero ahora son guitarras. Tocamos con una afinación diferente de la afinación normal de la guitarra, por lo que podemos tocar frecuencias mucho más bajas y mucho más altas. Para el que no entienda nada, y no nos haya visto, seria algo comparable a un ensamble de cuerda; violines, chelos, violonchelos…
¿Por qué una afinación diferente? ¿Podría tocarse lo mismo con la afinación tradicional de la guitarra, o sería más complicado?
La afinación NST (New Standard Tuning) es DO-SOL-RE-LA-MI-SOL (de la 6ª cuerda a la 1ª, diferente a la tradicional MI-LA-RE-SOL-SI-MI), intervalos de quintas y una tercera menor. Esto es un dato técnico, pero sólo significa que el registro de la guitarra se amplía mucho más que en la afinación normal, extendiéndose en ambas direcciones, graves y agudos. Este sistema se caracteriza un buen sonido, abierto, muy equilibrado, intenso y "afilado". Podemos tocar cualquier tipo de música con esta afinación, y favorece que cierto material sea técnicamente más fácil de tocar, o que en otros casos sea más difícil. Por ejemplo, es excelente para tocar rock duro y sublime para Bach o Bartok. Para muchos de nosotros el NST es la oportunidad de redescubrir la guitarra, recomenzar y aprender una afinación fascinante de cero.
¿Cómo se entra a formar parte de la banda?
Mi proceso ha sido como el de cualquier otra persona que se interesa por algo nuevo. Yo me acerqué a un curso como cualquier otra persona, estudiante de guitarra, guitarrista o aspirante a guitarrista. Me llamó la atención, pensé que era algo nuevo, distinto, me interesó sin saber muy bien lo que era. Y por supuesto, porque conocía la figura de Robert Fripp como fundador de King Crimson. Eso me atrajo muchísimo. Creo que a todos los componentes, en un principio, eso nos atrae; es un común. Me fascinó desde el primer momento. Yo venía tocando desde hacía mucho tiempo y llegué a pensar que era un buen guitarrista, pero me di cuenta de que no era así, y empecé de nuevo, con mucha pasión. Al cabo de un tiempo ya estaba en la Liga. Soy director de la formación pero eso le podía haber ocurrido a cualquier otro, y es más, es un rol reemplazable en el que en este momento me ha tocado a mí. De aquí a tres años, que es mi compromiso, le tocará a otra persona.
¿A qué se refiere cuando dice que en la Liga hay estudiantes o principiantes? ¿Cómo se forma el grupo?
Normalmente se considera que la Liga es un grupo de virtuosos. No es así, está lejos de serlo. Lo que sucede es que el grupo en conjunto, tiene cierto virtuosismo, pero es el grupo. Individualmente hay profesionales, muy buenos guitarristas y principiantes. Hay gente que ha empezado a tocar la guitarra hace uno o dos años y está actuando con nosotros. En principio, lo que se requiere es tocar. A veces, en alguna de nuestras composiciones, hay personas que sólo tocan una nota. Y no es ninguna tontería, más bien un desafío porque esa nota debe tocarse en el momento preciso. Debe sonar bien y eso es más interesante que tocar mil notas con mucho virtuosismo. Tiene que ver con estar concentrado en el momento, y con la atención que ponemos. De ahí viene el viejo aforismo sobre la Liga, que inventó la prensa, de que somos “el arte marcial de la guitarra”.
Entonces, ¿cualquier interesado puede formar parte de la banda?Cualquiera. Somos internacionales y sólo requerimos una cosa, sólo una, pero muy importante, el compromiso de trabajar en serio. Trabajo, no talento. Tenemos intérpretes profesionales, integrantes de otras importantes formaciones y gente que comienza a tocar, y algunos son españoles. Sobre el escenario, los principiantes simplemente tocan menos, o tocan lo que pueden tocar. Personas que asistieron a nuestros cursos el año pasado en Cataluña, hoy están ante el público.
Quince personas sobre el escenario, de diferentes nacionalidades, intereses diferentes, conciertos por todo el mundo. ¿Cómo acaba organizándose ese rompecabezas?
Esa es la parte más difícil de coordinar pero con compromiso y fuerza de voluntad lo logramos. Los ensambles no son siempre los mismos. Hay siete miembros del grupo que están siempre, y alrededor de ellos van cambiando los integrantes. En abril pasado en el Palau de la Música de Barcelona actuaron doce y ahora estamos tocando quince. Siempre hay un núcleo central que tienen más experiencia y alrededor de ellos van entrando y saliendo otros componentes. De esa forma el grupo se mantiene fresco, entran otras personas con otras influencias, ya sean de flamenco, de rock o de música clásica; influencias que nos enriquecen.
¿Cómo trabajan las composiciones?
Componemos, adaptamos, versionamos e improvisamos, vale todo. Hay un concepto y un criterio pero trabajamos a través del ensayo y la dedicación. Hacemos cosas de Bela Bartok, de Bach, o de lo Beatles. Cualquiera puede tener una idea y presentarla. La trabajamos y si funciona decidimos si lo incorporamos al repertorio. No vamos al tema con la intención de descuartizarlo o adaptarlo, simplemente lo arreglamos para que funcione en el contexto guitarrístico y para que pueda ser tocado. No es un arreglo intelectual, es más bien como en cualquier banda de rock. Si nos gusta y funciona lo incorporamos
En los discos, por ejemplo Live 1, Live 2, etc…, ¿lo qué escuchamos suele ser lo mismo que en el directo?
Sí. Los discos son una performance en estudio. No hay postproducción y grabamos directos a estereo. Lo que se escucha es básicamente la actuación. Siempre hay alguna cosa que se añade o se corta, como en cualquier producción discográfica, pero el sonido es real, no hay grandes diferencias con el sonido de las actuaciones.
¿El público debe prepararse auditivamente para sus audiciones?
Sí, o estar abierto a lo que escuchara, porque si se viene con unas expectativas, si vas a ver un concierto esperando que sea rock progresivo y luego no lo es… Es lo que sucede muchas veces cuando la gente se acerca esperando que escuchemos temas de Crimson, y bueno, tocamos un tema de Crimson, o dos o tres, pero no todo, y luego nos cuestionan porque no hemos tocado Red. Por eso, yo digo que las expectativas son una prisión, que hay que ver a Guitar Craft para entenderlo. Somos un ensamble de guitarra y somos muy difíciles de definir. Si tacásemos un estilo sería muy fácil, pero la verdad es que estamos en veinte estilos.
¿Cómo es el público de la Liga, estudiantes de guitarra, seguidores de King Crimson…?
Es muy variado. Gente que ha seguido a Robert Fripp y King Crimson, o sus proyectos electrónicos; amantes de la guitarra, etc… Hay diferencias entre el público europeo y el americano. El primero es más clásico, más cercano a Crimson. El sudamericano es muy roquero y el norteamericano es muy variado. Pero no hay un tipo específico.
Suelen tocar en cualquier lugar donde les llamen…
Tocamos en cualquier contexto, en una iglesia, en un hospital, en cárceles, asilos, además de los lugares tradicionales para realizar conciertos. Desde lo más high profile hasta lo más inverosímil. Tocamos con una especie de sentimiento o sentido de servicio. Es una palabra un poco pesada pero tratamos de tocar en cualquier lugar donde pueda ser útil y requerido. No es un trabajo profesional en el sentido de la carrera típica de un músico, es más un trabajo devocional por la música.
Tocar en salas de conciertos y en cárceles son situaciones muy diferentes, ¿por qué esa variedad?
Lo que nosotros vemos es la necesidad que existe en esos lugares donde no toca nadie y en donde hay tanta necesidad de escuchar música en directo. Nosotros pensamos que realizamos un servicio a la sociedad, que es gran parte de la función que la música dejó de tener y que poseía ancestralmente. Lo digo sin dogmatismos. Está muy bien tocar en clubs y ser una estrella, o tocar en festivales, tocamos con mucho gusto, pero además nos mostramos dispuestos a tocar en esos otros lugares porque lo consideramos importante para esos oyentes.
Cuál es la respuesta de esos otros públicos?
Muy buena, muy variada. Hay mucha gratitud porque hay mucha necesidad de que la gente actúe allí. La experiencia es muy buena. En los asilos de ancianos, por ejemplo, hemos vivido momentos muy importantes.
El espectáculo es auditivo, pero también visual?
Por supuesto, es un aspecto importantísimo de nuestro show. Hay que verlo. Por más que estemos sentados y no hagamos nada, hay que tener en cuenta la atención y la concentración de los guitarristas, sobre todo cuando tocamos piezas de una nota, cuando realizamos una circulación. En el disco es imposible detectarlo, porque no puedes verlo. Es como una especie de rompecabezas que hay que ver, un arte muy fino de acrobacias porque si se cae uno, se cae todo. Es muy arriesgado, pero muy interesante.
La música de la Liga, suena a Robert Fripp. ¿Fue un avanzado a su época, tocó la música del futuro en tiempo pasado?
Fue un visionario, siempre adelantado a su época. Yo recuerdo los primeros contactos que tuve con la música de King Crimson en los setenta y era impresionante. Y hoy en día sigue todavía sonando muy moderno. Nosotros tenemos la suerte de poder trabajar con alguien así. Lo más importante de Robert Fripp, como figura de la guitarra, es que tiene la habilidad de transmitir sus conocimientos. Aparte de ser el gran guitarrista y músico que es, está disponible para enseñar su conocimiento a otros. Eso fue lo que más me impactó. Muy pocos grandes guitarristas están disponibles, al menos en el ámbito del rock, a compartir su saber. Pocas veces he visto a alguien con tanta paciencia y detalle para enseñar a tocar la guitarra. El mito del Robert Fripp neurótico y virtuoso no es real. Eso puede estar en los medios de comunicación, pero al que conocemos nosotros es a nuestro profesor de guitarra.
¿Por qué Robert Fripp se decide a enseñar guitarra?
Le venían pidiendo cursos para que enseñara a tocar y él se negaba, hasta que un día dio el sí. Hizo un seminario en los Estados Unidos y desde entonces no ha parado y ya lleva 21 años. Esto es el trabajo que realmente hace, y aquí estamos nosotros.
Mantienen una vinculación directa con él?
Trabaja con nosotros. Antes de los conciertos por Cataluña estuvimos ensayando juntos en Sant Cugat. Nos mostró material, ajustamos la banda… Además, tenemos dos formas de trabajar en la Liga, cuando salimos a tocar con él, o cuando tocamos solos.
¿Qué es la guitarra para usted?
Es el instrumento, no el fin. Para mí la guitarra es mi instrumento, pero lo que realmente me interesa es la música. Para los guitarristas, hablar del instrumento es interminable, es nuestra pasión, nuestra vida. En mi caso, la guitarra me permite conectar con la música.
Para tener más información sobre The League of Crafty Guitarists y, sobre todo, escuchar su música pueden visitar las webs:
www.thelcg.net;
www.myspace.com/theleagueofcraftyguitarists;
www.guitarcraft.com.
Antonio Álvarez