The Gloaming
The Gloaming
“The Gloaming”, Real World/Resistencia, 2013
Imagino que somos muchos los que acostumbramos a poner un cd en el reproductor mientras hacemos otras cosas. Y ¿no os ha pasado nunca que de repente tienes que dejar todo lo que estás haciendo, porque todos tus sentidos solo pueden centrarse en lo que está saliendo de los altavoces?. Te quedas clavado en una silla (o donde sea) y lo único que puedes hacer es sentir (de sentimiento) lo que te está llegando a través de tus oídos.
A mi me pasó eso con este disco y cuando me di cuenta había pasado una hora y no sabía dónde había estado.
¿Pero quiénes son The Gloaming?
Ya desde la portada del cd ves que son algo diferente. Una llamativa foto en blanco y negro donde se ve a un hombre agachado que parece estar construyendo a mano una pasarela, tabla a tabla, encima de un mar inmenso que no sabes a donde puede llevar, quizás a ese lugar desconocido que solo se puede alcanzar con la música.
The Gloaming son cinco músicos de gran experiencia que se han unido para crear este “súper grupo”. O sea un quinteto formado por músicos virtuosos, cada uno con su propia carrera individual de éxito, pero que comparten gustos musicales parecidos y unen esfuerzos compositivos para un crear este nuevo proyecto de sonido propio.
Estos músicos son:
El cantante irlandés y harmonium Iarla Ó Lionáird. Conocido más por ser uno de los fundadores del Afro Celt Sound System, aunque tiene también editados varios discos en solitario. Es un maestro del solemne “sean-nós”, o canto gaélico, una técnica transmitida de generación en generación y basada en la entonación, el ritmo y la poesía gaélica. Iarla goza de una singular voz tierna y penetrante.
El violinista Martin Hayes, tres veces campeón de fiddle (o violín irlandés), tiene un dominio impresionante de su instrumento. Es gran conocedor de la música tradicional y es capaz de colocarla en el marco de la música contemporánea con gran facilidad. Tiene grabados dos discos en solitario y tres más junto al guitarrista Dennis Cahill.
Justo Dennis Cahill es el guitarrista de la banda. Hijo de inmigrantes irlandeses, nació en Chicago y aparte de tocar y grabar junto a Martin, también lo ha hecho con otros prestigiosos violinistas como Kevin Burke, Liz Carroll o Eileen Ivers.
Caoimhín Ó Raghallaigh es también un virtuoso violinista irlandés, pero su inquietud le ha llevado a experimentar con el hardanger (o violín noruego), y con la viola d’amore (instrumento barroco que tiene el doble de cuerdas, las que se frotan con el arco y las que suenan por simpatía). Esa investigación le ha llevado a un nuevo instrumento, el “hardanger d’amore” que suena especialmente rico en armonías.
El pianista Thomas Barlett nació en Nueva Inglaterra (EEUU). Empezó a tocar el piano a los cinco años y ha aprendido con algunos de los grandes maestros de la música clásica. Aunque su maestría ha hecho que músicos como Anthony & The Johnsons,David Byrne, Bebel Gilberto o Yoko Ono, se hayan hecho con sus servicios. También se le conoce como Doveman y además es el coproductor del disco.
Hechas las presentaciones vamos por el discazo del año. Si tuviéramos que dar el nombre de algún grupo para dar pistas de “a que suenan esas hermosas canciones de The Gloaming”, quizás hablaríamos de los legendarios Nighnoise. Más que nada porque comparten el acercamiento de la música irlandesa al jazz y a la música contemporánea. Porque algunas de sus canciones están basadas en los clásicos “reels”, pero puestos en el contexto de ese tipo de música de vanguardia.
De las diez canciones que contiene el álbum, la mayoría son adaptaciones de temas tradicionales, aunque también hay alguna composición propia. Además se reparten casi alternativamente entre temas cantados y temas instrumentales.
Por ejemplo el corte que abre el disco, Song44, es delicado y emocionante. Su letra es un poema que tiene 800 años y que habla de los sueños de un hombre sobre la mujer que ama. Pues esa poesía, en la voz de Iarla, suena realmente sobrecogedora y el acompañamiento de violines, piano y guitarra es absolutamente apasionante. Y lo mismo ocurre con el corte que cierra el trabajo, Samradh Samradh, un tema tradicional, bello melódicamente, donde vuelve a brillar la voz de Iarla mientras que los violines suenan de manera hipnótica, uniendo tradición y modernidad. Y todo lo hacen de forma diría que sencilla, que no fácil, porque eso requiere un gran control de los silencios y los espacios. Este disco me ha hecho recordar una gran frase de Dizzy Gillespie que decía: “me ha llevado toda la vida aprender qué no tocar”. Este es un disco donde cada nota está en su sitio y no sobra ni falta ninguna.
El tema estrella de este extraordinario trabajo y que puede resumir en parte todo lo que puedes encontrar en él, se titula Opening Set y dura casi diecisiete minutos. Es evidente que resulta mucho mejor oírlo que describirlo, pero lo intentaremos. Empieza con una lenta y corta intro de piano y enseguida aparece la calida y emotiva voz de Iarla acompañándolo. Casi a los dos minutos entra Ó Raghallaigh con su suave violín llevando la melodía a la que se une de nuevo voz y piano. Sobre los cinco minutos se queda solo Hayes con su fiddle manteniendo una reconocible tonada irlandesa. Sobre los siete se van uniendo instrumentos y la cadencia empieza tímidamente a acelerarse. Pero es sobre los nueve cuando hay un pequeño cambio de ritmo y la belleza que ha habido hasta ese momento empieza a apreciarse también desde los pies. Se puede sentir como los cinco músicos están dentro de la canción y hasta se puede notar como se mueven. A partir de ahí y hasta el final, el tema es un “in crescendo” y mientras los violines dialogan, el piano y la guitarra parecen hacer hasta de percusionistas, poco a poco la intensidad del ritmo y la velocidad va aumentando “peligrosamente” hasta el clímax final. Te aseguro que si te metes en la canción, resulta difícil mantenerse quieto.
Y preferimos no descubrir más, porque este es un disco donde su música puede sonar clásica, antigua, tradicional o moderna, pero por encima de todo, suena preciosa.
¡Cuidado! porque con The Gloaming el tiempo se para. +Info | Relacionados | Miguel Amorós.