Teresa Salgueiro & Lusitânia Ensemble
Teresa Salgueiro & Lusitânia Ensemble
“La Serena”
Resistencia, 2008
www.resistencia.es
No es un secreto que Madredeus ha sido hasta ahora un rara avis en el mundo musical. Un grupo portugués, que no hacía precisamente fados, sino música contemporánea de raíz, y “pese a ello”, ha alcanzado el éxito internacional. Además llevan más de veinte años en activo, han vendido casi tres millones de discos y se cuentan en más de un millar sus actuaciones por todo el mundo. Desde luego que son únicos en su genero, tanto por su singularidad como por su calidad. Por todo ello era normal que se tomaran un descanso sabático. Así que Teresa, que llevaba desde sus 17 años en Madredeus, era lógico también que tuviera otras inquietudes. Sin embargo, lo que simplemente era una pequeña aventura (supervisada por Pedro Ayres Magalhães), se ha transformado en una posterior salida de la banda. Aunque ambos aclaran que la puerta sigue abierta a nuevas colaboraciones, siempre que las agendas lo permitan. Aunque vistos los tres frentes que Teresa tiene abiertos, difícil será. Por un lado y junto al Septeto de Joâo Cristal editó Você e eu (EMI, 2007), un trabajo donde Teresa se encuentra con la música y los músicos de Brasil. Por otro, el compositor polaco Zbigniew Preisner, que entre otras obras ha compuesto las bandas sonoras de películas de Krzystof Kieslowski o Louis Malle, a grabado el disco Silence, Night and Dreams (EMI, 2007) donde Teresa es la vocalista principal cantando en inglés y latín. Y el tercero es el caso que nos compete, La Serena. Y es que de los tres anda haciendo presentaciones. Pero centrándonos en La Sirena, que es la traducción del título, diremos que aquí está acompañada por el Lusitânia Ensemble, una evolución del Quinteto Lusitânia, un grupo dedicado a la música culta, compuesto por músicos de la orquesta sinfónica portuguesa y que incluye dos violines, viola, violonchelo, contrabajo, piano, percusión, trompeta y fliscorno, con la dirección musical y arreglos del maestro Jorge Varrecoso. Y curiosamente el disco está grabado en San Sebastián y mezclado y masterizado por Pedro Ayres Magalhães. Como bien dice Jorge Varrecoso: “se trata de un viaje por mares ya navegados, una búsqueda de otras formas musicales en el inmenso horizonte, guiado por la calidad inequívoca y la intemporalidad de la voz de Teresa”. Y es que en sus 19 composiciones, entre ellas cuatro instrumentales, se enfrenta a grandes clásicos de personajes como Caetano Veloso, Astor Piazzola, Edith Piaf, Antonio Carlos Jobim, Lucio Dalla, José Alfredo Jiménez, Tribalistas, Cesaria Evora, Amália Rodrigues o Léo Ferré. Eso siempre es un riesgo, porque muchas de esas canciones ya forman parte de la memoria emocional del público y cuesta salir bien parado. Pero podemos decir que gracias a esa superdotada voz, se sobrepone a tales peligros, sorprendiendo con nuevos registros, texturas, matices e idiomas (portugués, italiano, castellano, inglés o francés). Parece que con este disco Teresa se haya querido quitar de una sola vez todos los miedos y es capaz de saltar de un estilo a otro sin pestañear. Por ejemplo, pasa suavemente de la ranchera mexicana de Paloma Negra, al tribalismo brasileño de A Velha Infancia y de verdad que a veces parecen dos vocalistas diferentes. También resulta especialmente sugerente en O Namoro. Delicada como no podría ser de otra forma en el reputado Unforgettable. Encantadora en O Leaozinho de Veloso. Y emotiva en Estranha Forma de Vida de la inolvidable Amália Rodrigues. Así que cuidado con este disco de la embajadora de la voz portuguesa en el mundo, porque aunque no seas marinero, esta sirena te atrapa. // Miguel Amorós