Soul Motion
Por edad, el dúo compuesto por Natasa Mirkovic y Nenad Vasilic apenas pudieron disfrutar de los enérgicos directos de Bijelo Dugme. Durante el gobierno dictatorial del Mariscal Tito en la antigua Yugoslavia, los discos de las bandas de rock de corte contestatario como la mencionada no fueron tan sistemáticamente excomulgados del mercado, de las radios y de los medios de comunicación, como en cambio ocurría en otros países del bloque comunista. Por el contrario, el grupo liderado por el entonces aún joven Goran Bregovic fue uno de los que gozaron de mayor popularidad, y sus vinilos pasaban de mano en mano con absoluta libertad.
Once años después de la guerra que dividió el país, Soulmotion rinde tributo al (ahora sí) viejo maestro, versionando cinco hits del pasado junto a otros covers de cancionero ajeno. Acercándolos al jazz, y con el único recurso de la voz y el contrabajo, Soulmotion repiten la fórmula que tan bien le fue a Petra Magoni & Ferrucio Spinetti. Pero donde la pareja italiana exhibía un virtuosismo que se atrevía con cualquier género, personalizando cada canción, a Soulmotion le falta nervio y vehemencia. Al respecto, algunas piezas brillan poco y otras se quedan a medias, sin alcanzar la plenitud de las buenas canciones que restan en la memoria por mucho tiempo. Salvo escasas excepciones –Na zadujem sjedistu moga auta, Ti si mi u krvi o Ruzila si bila, conocida por estos lares a través de la BSO de La Reina Margot (1994) de Patrice Chereau–, la docena de versiones (más una pista oculta que cita juguetonamente el tema más famoso de la película Grease) tan sólo aporta como novedad la bonita voz de Mirkovic, muy expresiva y comedidamente histriónica, capaz de evolucionar del susurro a los melismas souleros en un santiamén, mientras el contrabajo se limita a acompañar con punteos enérgicos y poco más. El resultado es tan amable como cómodo, lo que, valorando las circunstancias del repertorio, no acaba de convencer. | + info | Relacionados | Iván Sánchez-Moreno