Salsa & Latin Jazz Festival | Barcelona
Salsa & Latin Jazz Festival
Barcelona, 15, 20, 21 y 27 julio de 2012
Gran éxito de la valiente apuesta de la asociación La Trifulca que en medio del desasosiego general y en un momento especialmente crítico para el panorama del negocio musical, se ha atrevido a aumentar en tiempo, lugares y artistas el Festival Salsa & Latin Jazz nacido excasamente hace un año. Si en su primera edición el evento salsero se limitó a un día y se centró en el Poble Espanyol de Barcelona, en su segunda edición las ciudades españolas que han recibido el certámen han sido seis.
La apertura tuvo lugar el domingo 15 en una sala insólita hasta la fecha para la celebración de cualquier festival barcelonés, la sala Up & Down situada en la zona alta de la ciudad, con un concierto esperadísimo por cientos de latinos de Gilberto Santa Rosa. El “caballero de la salsa” no decepcionó en absoluto a un público entregado desde el primer tema y, aunque se echó en falta algo de presencia autóctona y la sala no resultó ser lo más idónea para una noche salsera de verano, el puertorriqueño autor de “Perdoname” ofreció una inauguración explosiva teloneado por La Makibanda Orquesta.
Hubo que esperar cinco días para disfrutar del fin de semana fuerte del festival, por lo menos para los melómanos e incondicionales del viejo latin. De entrada el espacio, el mítico Poble Espanyol de Barcelona avalado por inolvidables conciertos veraniegos de la época dorada del Grec y después el B!Estival, ya invitaba a recibir el denso cartel del viernes con las mejores de las predisposiciones. La cosa empezó a media tarde con La Excelencia y su infalible salsa dura de nueva generación llegada de Nueva York, a la que le siguió la actuación de una Havana D’Primera liderada por su carismático director y trompetista Alexander Abreu que no consiguió estar tan desenvuelta como en otras ocasiones. Con el ambiente bien caldeado, subió finalmente al estrado el “judío maravilloso” Larry Harlow con una compañía inmejorable: el violinista cubano Alfredo de la Fé –debidamente ataviado con una camiseta del Barça-, el sonero Frankie Vázquez, y La Sucursal SA dándolo todo bajo la batuta del legendario pianista de La Fania All Stars. Un Poble Espanyol no lleno hasta los topes, pero lo suficiente para crear un ambiente ecléctico y entusiasta, hizo revivir a más de uno los mejores momentos de la Barcelona salsera que en los 90 se encendía cada fin de semana a unos pocos metros de allí, en la irrepetible Sala América. Temas clásicos de su época neoyorquina salpicados por el incesante violín de De la Fe y la fuerza cada día más más poderosa de la orquesta colombo-catalana, consiguieron una noche de salsa dura donde las haya que más de uno quiso prolongar con La Gozadera Orquesta y sesiones de DJ en la fiesta after que la organización montó en la Carpa del Poble Espanyol.
La siguiente noche tenía un protagonista indiscutible y, para muchos, el más revolucionario y valiente de la salsa y el latin jazz, el maestro Eddie Palmieri, que contó con dos teloneros de claro sello colombiano, por un lado la orquesta anfitriona del certámen, La Sucursal S.A. seguida de Guayacán Orquesta que se encargó de un sonado homenaje a la Fiesta Nacional de Colombia. Esa noche la plaza principal del Poble Espanyol estaba especialmente concurrida para dar la bienvenida al gran Palmieri que, mientras llegaba, fue convenientemente animada por el DJ oficial del evento y todo un clásico de la escena salsera más ortodoxa de este país, el indefectible DJ Jacoviche.
El pianista boricua recientemente galardonado con el National Endowment for the Arts (medalla creada por el Congreso de los Estados Unidos para premiar la excelencia en las artes), demostró que tras sus más de 50 años al timón de su personalísimo piano, sigue consiguiendo ese reto que se propuso desde el primer día: “excitar al público”. Y logró excitarlo con su música y emocionarlo con sus palabras, sus sonrisas entrañables y con esa búsqueda constante de complicidad con sus músicos, en especial, con una de las grandes sorpresas de la noche, el jovencísimo bajista Luques Curtis que, como bien definió el propio Palmieri “es de un talento increíble”. Otros incondicionales del boricua, la voz de Herman Olivera y su fiel timbalero José Clausell, junto al trombón de Doug Beavers, las trompetas de Charlie Sepúlveda y Jonathan Powell, el Pequeño Johnny en las congas, Orlando Vega en el bongó, Nelson González en el tres –que ya participó en el concierto del día anterior-; el hijo de Nelson González, Quique González, y como invitado de honor, el neoyorquino Jimmy Bosch haciendo explotar su trombón de baras… Sencillamente espectacular.
A pesar que superar las dos grandes veladas de Montjuic era misión difícil, había grandes expectativas en la última cita del Salsa & Latin Jazz de Barcelona el viernes 27, esta vez en un nuevo marco para el evento, La Farga de L’Hospitalet. Como ya había prometido su director, Marcelo Rosero, el pasado año, esta edición tendría también un carácter urbano y, para ello, la organización no podía elegir a otro que al estandarte del sonido urbano latino por excelencia, los puertorriqueños de Calle 13. Varias horas antes de la apertura de puertas anunciada para las 19h –aunque finalmente fue más tarde-, una cola infinita daba la vuelta al recinto. Banderas de Puerto Rico, Colombia, México, Panamá o Venezuela portadas por un público de lo más ecléctico, tanto como la combinación del cartel de esa noche: Calle 13 y Rubén Blades. De nuevo una apuesta potente por parte de La Trifulca que repetía Blades (el pasado año compartió escenario con Chucho Valdés) y lo unía a la furia del Residente y el Visitante. “Harán juntos La Perla*!” gritaba alguien al teléfono mientras esperaba pacientemente su turno para entrar *(tema grabado por ambos como tributo a los barrios de Puerto Rico). Sin embargo no hubo “perla”, ni tampoco guinda por parte de los puertorriqueños que tras un retraso de dos horas, a penas brindaron un concierto de una. Silbidos antes (soportados en la propia piel de la que firma y que fue la DJ de ese día) y desengaño después. Un chasco para muchos que admiran y adoran la postura de René como la voz más sincera y reivindicativa de la Latinoamérica de hoy, la voz del pueblo, al cual ese viernes en L’Hospitalet no tuvo demasiado en cuenta.
La sección “madura” del público tuvo más suerte con un reencuentro apoteósico con el panameño del “Pedro Navaja”. Rubén Blades, escoltado por músicos infalibles, se paseó por sus clásicos más esperados y levantó la noche hasta las estrellas, esas que brillaban allí fuera desde un cielo barcelonés que espera con impaciencia ser espectador del tercer Salsa & Latin Jazz… Mientras llega, seguro que los intrépidos chicos de La Trifulca nos preparan muchos bembés para este otoño e invierno que se adivinan especialmente achuchados. www.salsaylatinjazzfestival.com |Relacionados | MariaJo López Vilalta (Morocha)