Rafa Fernández
“Aldán” 2021
Este es el tercer trabajo que comento para B Ritmos del guitarrista gallego Rafa Fernández, lo conocí con aquel Rafa Fernández quinteto que bebía del hard bop y lo actualizaba con un quinteto clásico. De aquella formación solo queda Álex Salgueiro. En el 2017 cambio radical aparece ya un cuarteto diferente, dos guitarras contrabajo y teclados (en un tema todavía está Pablo Castaño al saxo) pero está claro que ha cambiado el planteamiento, lo titula A cara bonita da pedra, y el contenido es tan poético como el título, una maravilla. Ahora hace unos días me llegó esta especie de continuación de A cara bontia de pedra. Se titula Aldán, sigue siendo un trabajo de poco minutaje (de nuevo unos 30’) pero tan poético como el anterior. De nuevo las dos guitarras de Virxilio da Silva y el mismo Rafa Fernández se hermanan en esa búsqueda de territorios fronterizos dónde todo está por descubrir. Sigue Juan Cañada en el contrabajo, sencillo, efectivo, y Álex Salgueiro en los teclados. Aldán es el primer tema, las dos guitarras se presentan, una busca el océano con todas su luz mientras que la otra se busca a ella misma dentro del cuarteto, el contrabajo delimita espacios para que las guitarras se encuentren cómodas y Salgueiro completa la escena con sonidos de órgano y detalles electrónicos de ambiente atemporal. Si en A cara bonita da pedra, la imagen era una montaña, aquí la portada y contraportada es el mar, y ya sabes que una imagen vale más que mil palabras. Pexejiño, las dos guitarras se han encontrado en el folk, no me preguntes si en el americano o en el gallego, no lo sé, pero a mí me llegan aires de tardes infantiles y de recuerdos (dulces recuerdos) que las músicas tradicionales siempre han sabido reflejar mejor que nadie. Eres o campeón do mundo, el contrabajo de Cañada marca una línea, las guitarras la recorren sin prisa, supongo que hay sutilezas que son de Salgueiro (o no) pero en el fondo se trata de atardeceres de cuerdas, con el sol todavía alto y las primeras barcas regresando a puerto. Durme, esta preciosidad que me lleva directamente a algunos acordes de Begin the Beguine, como me podía llevar a cualquier maravilloso bolero, es un momento de calma total en ese océano que vamos recorriendo plácidamente. Pipia, es un tema de preguntas, al principio me desconcierta bastante, es como si nadie quisiese coger el timón, las guitarras buscan el viejo blues de slide, el contrabajo presiona para que el grupo tome una decisión, los teclados (esenciales en este tema) desatan la última tensión y el corte te deja confuso (en directo puede ser un tema de los de improvisación de muchos minutos) Para terminar Iria, de nuevo viejas melodías (folk) tocadas con guitarras eléctricas. Un disco para escuchar una y otra vez sin etiquetas, solo sensibilidad y luz. Si tuviese que pensar en algún músico que transite caminos parecidos a los de Fernández y que deberías también conocer se me ocurre Vinicius Cantuária, de nada. | relacionados