Perico Sambeat

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“Atlantis” Karonte, 2022

Justo hace dos años (junio 2020) comentaba, en esta tu web, el entonces último disco del compositor Perico Sambeat, Ofrenda, Karonte 2020, con un cuarteto totalmente diferente al actual. Nuestro saxofonista más internacional, después de muchos años entre Valencia y Barcelona, se acerca con asiduidad a la ciudad de Nueva York y visto los resultados, o tiene algún ojeador allí, o está muy al tanto de lo que se cuece en la gran manzana, dado el nivel de los músicos que le acompañan en estos dos últimos proyectos, todos jóvenes figuras de la escena de esta ciudad. Para este Atlantis cuenta en la sección rítmica con los chilenos Pablo Menares (contrabajo) y Rodrigo Recabarren (batería) sección rítmica de la también chilena Melisa Aldana (compositora y saxofonista de la que todo el mundo habla, y bien) También son compañeros del pianista gallego Iago Vázquez (otro joven compositor a tener en cuenta) En el piano, Fabian Almazán colaborador del maestro Terence Blanchard, entre otros. Además los tres cuentan en el mercado con sus propios trabajos como solistas. Ofrenda se había grabado en el 2018 y este Atlantis en el 2019, tras un encuentro de los cuatro músicos en el Seminario de Jazz de Almendralejo. Si Ofrenda lo califiqué en su día de Hard Bop, este Atlantis viaja sin reparo de una ribera a otra del Océano Atlántico. Las composiciones son de Sambeat, excepto un par de ellas que ya te explicaré. Empiezan con Somnis, un viaje onírico, un tema de aires cercanos al flamenco, Sambeat es de los compositores españoles que mejor saben fusionar el jazz con el flamenco, su Flamenco Big Band Verve, 2008, lo dejó claro. Ese tempo que marca todo el cuarteto está muy bien medido. El sonido del saxo alto parece retorcerse buscando el mejor camino para abordarte. Almazán se suelta en desarrollos latinos y el contrapunto de Recabarren acaba de adornar un tema que ya, desde el principio pone el listón muy alto. Joe, está dedicado a Joe Henderson, este disco lo grabó el valenciano hace unos años con músicos portugueses pero no llegó a publicarse. Puede definirse como jazz latino y sin duda Almazán está en su ambiente. Los chilenos le asesoran sin problemas. El siguiente tema es El Rastro de Hiva, cambio de escenario geográfico (Isla de Pascua) Sambeat empieza con la flauta (cuándo las músicas del mundo se fusionan con el jazz, les sienta mejor la flauta que el saxo, a mi modo de ver) el batería introduce ritmos que dan mucha libertad, Menares trabaja con pulso seguro una línea de bajo muy interesante y cuándo Sambeat se pasa al saxo el tema se lanza cuesta abajo, pero sin desbocarse (que diría Miles) De repente se escuchan unas palmas flamencas, el “duende” de Sambeat a dúo con el piano de Almazán, genial. Al final vuelve la flauta para cerrar el círculo de la tradición. Leviatan empieza con unos ritmos que se sobreponen y que nos acercan a aquella época en que Ornette y compañía querían salirse de cualquier estructura pautada. El saxo pasa con facilidad de los agudos a los graves. La sección rítmica goza de libertad mientras que Almazán está a todas con Sambeat, al menos lo parece, hasta que en un momento de “locura” nos mete unas notas de un tema de The Beatles y se queda tan contento. Y como los músicos pueden beber de diferentes fuentes, en el siguiente tema se escapan un siglo atrás, para encontrarse con Maurice Ravel (sí, el del bolero) y revisar su composición Forlane, convertida ahora en una balada preciosa, en la que saxo y piano se lucen, Almazán, como buen cubano, puede hermanar la balada con el sonido de Frank Emilio y el saxo de Sambeat suena tan hondo que enamora a cualquiera con una pizca de sensibilidad. Alisos, siguen por el mismo camino, música que emociona, por la calidez de la composición y por la suavidad de la propuesta, sin sobresaltos, sólo cuatro músicos sonando bonito ¡No es tan fácil como parece! Incluso los ritmos complejos que se van “colando” no me sobresaltan, todo fluye con naturalidad. Rabbit dust, esa manera vertiginosa de entrar el saxo alto y la sección rítmica hace honor al título (puedes echar mano del traductor) El contrabajo de Menares nos mete de lleno en el Be Bop. Sambeat frasea con maestría y el cuarteto se expresa con naturalidad en un lenguaje inventado hace tiempo pero que sigue siendo útil como modo de expresión. Atentos al dúo de Menares y Almazán, canelita en rama (mucho Monk) Para terminar Lem, un tema de Pablo Menares, no soy experto en música tradicional chilena, pero supongo que este 3 / 4 bebe de alguna música popular de su país o de Latino América. Es un tema precioso, Sambeat se encuentra cómodo, con ese soplo suyo (hasta el fondo) Almazán tiene espacio para caracolear con elegancia, Recabarren sube y baja de potencia a su libre albedrío y Menares, por algo es el compositor, se marca un solo de esos elegantes, sin florituras pero efectivo. Otro disco para la colección de Perico Sambeat, grande entre los grandes. + info | relacionados.

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