Antonio Reyes (cante) Dani De Morón (guitarra)

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Sandaru. SFB El Dorado, 2 de junio de 2022

Otra tarde para el recuerdo en la Sandaru, la SFB El Dorado volvía a acertar de pleno en su programación. A la guitarra Dani De Morón, uno de los valores más seguros en la guitarra actual, lo ha demostrado siempre que nos visita y te diré que en La Bienal de Sevilla de este año 2022, tiene previstas nada menos que cuatro actuaciones (en diferentes formaciones) ¡Por algo será! Al cante, el gaditano Antonio Reyes (Chiclana de la Frontera) desconocido en esta plaza pero requerido desde hace tiempo por los socios de El Dorado. Empezaron originales, La leyenda del Tiempo de Camarón revisada de forma original. Mientras la guitarra abría espacios de libertad, Reyes recogía la herencia de la letra de su paisano pero cantada como lo hubiese hecho Morente ( en mi humilde opinión) Una fusión de dos grandes maestros en una voz joven que viene con ganas de sorprender. Se presentó a la audiencia y siguieron por soleares, Dani De Morón desarrolló una entrada de las que no querrías que entrara el cante (de momento) a continuación letras conocidas iban llenando versos, pero la guitarra seguía teniendo más peso específico por su mayor libertad. En el tercer verso la voz subió de intensidad, el De Morón lo entendió enseguida, dándole paso al cante y aprovechando sus espacios para recrearse y recrearnos, consiguiendo los primeros oles de un público emocionado. La compenetración de la pareja era total, como había comentado Juan De Los Heros  en la introducción del concierto, es posible que haya proyecto discográfico de estos dos maestros y eso se notaba. Siguió la tarde por tangos, no quiso pautar demasiado la guitarra, para que Reyes pudiese irse a ese estilo de cantar tangos que por momentos se entrelazan con la copla. La guitarra se callaba o espaciaba el tempo para que Reyes estuviera a gusto con su manera de decir. El público entusiasmado. Volvía a acordarse de Camarón  con la letra de Rosa María y De Morón nos metió unas falsetas (no sé si también las usaría Paco De Lucía) que son una maravilla. Quiso Reyes acordarse de su tierra cantando por alegrías, como podrás suponer la guitarra fue una fiesta de guiños, fraseos rápidos , encajes que van y vienen, siempre sin perder el compás pero aportando novedades de estilo. Reyes como buen gaditano con humor y templanza. Después de las alegrías pasamos a las seguiriyas. Que gran momento para que De Morón pueda hacer una entrada con todo el espacio que permite ese estilo, mientras el cantaor decide el tono con sus tiritiri y sus ayes. Al igual que había ocurrido en la soleares, Antonio Reyes abordó los dos cantes sin prisas, seguro de sus capacidades de resistencia, creciendo en cada verso. La guitarra y el cante iban perfectamente ajustados y la profundidad del cante por seguriyas la bebían los dos con la misma pasión. Como era de esperar, quisieron cerrar la tarde por fiesta de bulerías, el De Morón sacó a relucir herencias de su paisano Diego del Gastor y de todo el arte de la guitarra de su pueblo (que es mucha) Reyes entró muy alto, homenajeando a La Perla, cómo había pasado en los tangos Reyes tiene tendencia a acercarse a  la bulería / canción como hacía Bernarda de Utrera. Y Dani De Morón sabe que tiene que volver a dejarle espacio, que ya recuperará en los espacios sin letra. Dónde vuelve a emocionar al público que espera, con anhelo, sus malabares. Unas letrillas de Alfonso de Gaspar se mezclan sin rubor con letras antiguas y otra falseta del guitarrista, la locura. El público puesto en pie, largos aplausos, dudas por parte de los músicos ¿se acabo? Pues no, todavía hubo unos fandangos que podían recordarte de igual modo a Camarón que a mi admirado Chocolate. + info | relacionados | Fotos: Joan Cortès    

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