Pat Metheny Trío y Enrique Morente

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Pat Metheny Trío y Enrique MorentePat Metheny Trío y Enrique Morente
Los Conciertos del Centenario
Palau de la Música de Barcelona
8 de julio de 2008

En 2005, el álbum Sueña la Alhambra del cantaor flamenco Enrique Morente albergaba en su interior bellas gemas que brillaban en armonía dando forma a un disco excelente, además de contar con la colaboración del guitarrista norteamericano Pat Metheny en dos composiciones. Donde habita el olvido y, especialmente, Generalife, fusionaban talento, belleza y emoción sobre los versos de la poeta María Zambrano. Hoy, con los años, la canción sigue erigiéndose en uno de los temas más bellos de nuestra tradición musical contemporánea. Unos años después de aquella grabación, el Palau de la Música de Barcelona ha servido de marco para el reencuentro de ambos artistas. Durante tres horas, en un recinto lleno, y a pesar de la incomodidad y falta de visión de buena parte de las localidades, el respetable disfrutó de un concierto prácticamente perfecto en donde latían diferentes perspectivas y estilos musicales a medio camino entre el flamenco y el jazz.

Abrió la noche Pat Metheny, acompañado para la ocasión de dos excelentes músicos: el batería mexicano Antonio Sánchez, y el contrabajista Christian McBride. El trío repasó temas de su último trabajo, Day Trip, y composiciones anteriores  del repertorio del guitarrista americano. Metheny comenzó la actuación en solitario, construyendo sugerentes progresiones de acordes en su guitarra acústica, para adentrarse paulatinamente en su papel de solista de jazz moderno junto a sus acompañantes. No faltó un tema con la guitarra pikasso, instrumento diseñado especialmente para él, que consta de cuatro mástiles y 42 cuerdas, y del  que Metheny se basta y sobra para crear interesantes paisajes sonoros.

Tras el lucimiento del trío, Metheny presentó a Morente e interpretaron un tema en conjunto dedicado a la mujer del guitarrista americano. El turno del granadino comenzó con una apuesta atrevida de cante coral a capela de los seis componentes de su cuadro flamenco. A destacar el tierno toque de El Paquete a la guitarra, que tendió el pentagrama perfecto donde el grupo pudo dibujar talento y buen hacer.

Pero la verdadera maravilla, el concierto perfecto tuvo lugar tras las dos primeras horas de espectáculo, en el preciso instante en que parte el público comenzaba a revolverse en sus butacas y el sentimiento de haber presenciado un buen concierto flotaba en el ambiente. Fue entonces cuando llegó la magia. Si por separado, cada músico había demostrado el porqué de su leyenda de forma casi incuestionable; uno tocando la guitarra con formas imposibles y destilando melodías conocidas pero contagiosas, y el otro mostrando como ha regenerado el flamenco partiéndolo y volviéndolo a montar, provocando nuevas incógnitas y haciendo gala de un brío juvenil inextinguible, la interpretación conjunta desencadenó algo muy grande y, por qué no decirlo, el delirio de muchos.

Con todos los músicos sobre el escenario, las palmas, la guitarra y la voz del cuadro flamenco marcaron el paso a los inspiradísimos sonidos eléctricos del norteamericano, creando una fusión perfecta en la que todas las piezas encajaban perfectamente y adquirían sentido. Y así sonaron Find me in your dreams – tema de Metheny dedicado a Morente tras su anterior colaboración -, una curiosa versión del Summertime con el cantaor intentando soltarse en inglés, una soleá y un tango. Como no podía ser de otra manera, el punto final de la noche llegó con Generalife, que sin brillar en exceso situó el listón de la genialidad a una altura considerable // Héctor Calvo y Antonio Álvarez