Pablo Novoa y Nono García
Pablo Novoa y Nono García.
Radio Pesquera, El Volcán, 2014
En el 2003 Subterfuge sacaba al mercado el único disco hasta la fecha de Pablo Novoa, Novoa cruza el Atlántico, desde el principio se convirtió en uno de esos discos inclasificables que siempre me acompañan, arropado con músicos que siempre ha tenido cerca y con la barita mágica del sonido Mastretta, el disco hoy en día suena igual de fresco que cuando salió al mercado. El año pasado llegaban rumores de que Novoa había viajado desde su Vigo natal hasta Barbate, para formar este Radio Pesquera con otro guitarrista inquieto, Nono García. en un principio, conscientes de que los tiempos no están para apuestas de este calibre, decidieron auto editar con el apoyo del público, fueron 211 personas las responsables de que esta maravilla haya zarpado, además de que amigos como Ivan ferreiro les haya cedido su estudio o Víctor Coyote les haya hecho un diseño gráfico precioso. Al final afortunadamente El Volcán se ha hecho eco del asunto y parece ser que su distribución será más fácil. Vamos con el disco, una guitarra eléctrica que fue punki, y una guitarra acústica que fue flamenca. Once composiciones frescas tejidas en tardes de Vigo o de Barbate, qué más dará. También se atreven a cruzar el atlántico, Un par de huevos fritos y Balada para un Romanón huelen a porteño, Siento moito sabe de viajes de ida y vuelta, sabe de morriña, que maravilla como intercambian los papeles entre la eléctrica y la acústica. En Sylvie, la marea está baja, los pasos del baile son certeros y tranquilos, delicioso el tejido flamenco que ondea en el palo mayor. De repente saltamos a Illas Cies, y Novoa electrifica la samba. En Ovella son dos músicos viajando juntos perfectamente acompasados, como si llevaran toda la vida juntos o como si mirasen el mismo atardecer y cada uno lo explicara a su manera, uno de esos temas inclasificables donde los dedos se deslizan palo arriba o abajo según las respuestas del otro. Percebes destila swing, como Palangre o Calma Chicha destilan sol y palmeras. La pelota y la bufanda es la última composición, y uno quiere imaginarse que al igual que hiciera Samaniego, estos dos artesanos de la música habrán inventado alguna fabula que nos hechice, hasta que al final la guitarra de Nono recuerda con cariño el incendio de un carromato francés y no puede evitar modificar el ritmo. Un grandísimo disco para disfrutar poco a poco. + info | relacionados | Candido Querol