NOM Trio.
“Saca el perro que tiene hambre” Autoeditado, 2018
Manel Fortià (contrabajo) lleva camino de ser (con el permiso de Marco Mezquida) el músico que actualmente más formaciones lleva entre manos. Si no lo conoces te recomiendo el disco que comparten ambos. My old flame, 2015. Òscar Domènech (batería) otro músico que es fácil encontrar en muchos créditos de los mejores discos de jazz actuales (sobre todo del sello Underpool) y en el piano Néstor Giménez, nuevo para mí discoteca particular, pero que ya estuvo en el cartel del año pasado de Connexions. Así que con las iniciales de los tres nombres, ya tenemos NOM. Según explica Fortià en el libreto, se trata de unas sesiones de grabación en el estudio de Underpool con la excusa de probar un piano nuevo. Resultado, un disco de 12 temas, versiones, improvisaciones y dos composiciones de Fortià Simple y Cirrus magnificus. Doce momentos en que tres músicos juegan con las notas como tres poetas podrían charlar en una tarde de otoño en cualquier bar de cualquier ciudad, sin prisas pero sin pausas. Las improvisaciones nos dan pequeñas pistas para el que quiera jugar, Bartok (fácil) 20th Century (genial el piano de Giménez dando imágenes de dibujos) Transiberiana Fortià vuelve a recordarme la imagen de su Tak! Autoeditado , 2016, y el contrabajo vuelve a surcar los paisajes fríos y Saca el perro que tiene hambre (un dúo entre batería y piano que representa esa improvisación pura que genera una idea de la cual puede salir todo un proyecto) Pero para mí es en Bemsha Swing dónde mejor encuentro el espíritu de este trabajo. Si, seguro que tiene gran parte de culpa el señor Monk. Es cierto que de los doce temas es el que más veces habré escuchado en diferentes versiones, pero sin duda alguna esta te atrapa con ganas. El contrabajo de Fortià inicia una exploración por tierras secas y cuarteadas, no va a ser fácil sacar nada en limpio, el piano mete prisa, se os va pasar el tiempo y no damos con la clave. ¡Tranquilo! Ahora meto unas notas y ya todos nos conocen, si pero son muy rápidas, qué más da, Monk no dejó nada escrito en contra de Mingus. En I’ll be seeing you Giménez hace una entrada de las de cuartito azul, íntima, poética y cuándo entra el trio el blues asoma el morro, no sabe todavía si quedarse pero tu sospechas que así lo hará, pero al final les tira más lo latino y rematan por aquí, en fin todo un viaje musical en menos de 10 minutos. Y así hasta doce ¿qué quieres que te diga? si los has escuchado en algún local en directo ya sabes de qué hablamos y si no es así, no sé a qué esperas. Grandes músicos haciendo lo que les place (que suele ser lo que a mí me gusta escuchar) + info | relacionados