Minino Garay y Los Tambores del Sur
Minino Garay y Los Tambores del Sur
Barcelona, L’Auditori
12 de abril de 2007
www.mininogaray.com
¿Qué queréis que os diga? Un tipo que, pese a mostrar evidentes síntomas de encontrarse contracturado, ofrece un concierto de dos horas con una eterna sonrisa de oreja a oreja ya se gana, de entrada, al público. Si además de sus simpáticos chismes y chascarrillos, en un momento determinado pide disculpas a los compañeros de la radio que emiten el concierto al cambiar el orden de las canciones simplemente porque el cuerpo así se lo pide, uno piensa que la música que surge del escenario está caminando que da gusto. ¿Debería ser lo habitual, lo lógico, mostrar esa naturalidad, esa predisposición, esa fluidez? Lo único que puedo decir es que, al terminar el concierto, la sensación de haber disfrutado, de que el tiempo había volado, flotaba en el ambiente de la sala. Después de sus dos conciertos del año 2006 en la sala Jamboree, Minino Garay regresó a la capital catalana para presentar, de nuevo, su disco Kilombo (World Village / Harmonia Mundi, 2006) ante un público predispuesto, que sabía lo que iba a cocerse sobre el escenario. “Muchos tambores” me dijeron en la entrada. En realidad, al final no fueron tantos. O no tan abrumadores como se podía pensar. Porque si bien la primera línea del escenario la dominaban la batería de Garay y los cajones de Pablo Méndez y Eduardo Tomassi (más los tambores legüeros y los bombos justo detrás de ellos), la verdad es que la guitarra eléctrica y la voz del uruguayo Pájaro Canzani adquirieron protagonismo destacado en numerosos momentos del concierto y el saxofón de Leandro Guffanti (mucho más que la trompeta de Nicolas Genest) se lució también en varios de los temas. El bajo de Fabricio Fenoglieto y el piano de Lalo Zanelli completaron el compacto equipo que se fajó sin tregua con esa efectiva mezcla de jazz de corte europeo (Garay reside desde hace años en París), folclore del sur latinoamericano (chacarera, milonga, candombe) y ritmos africanos (aromas de mbalax senegalés, de afro-beat nigeriano, de jazz sudafricano) que viene trabajando el percusionista cordobés desde hace tiempo. ¿Qué queréis que os diga? Un artista, un proyecto, un concierto, que deberíais ver y disfrutar al menos una vez. // Jordi Urpi