Lisa Gerrard
Lisa Gerrard
Barcelona, L’Auditori
11 de abril de 2007
Numerosa y apasionada es la hueste de seguidores de Dead Can Dance. Muchos permanecen en la sombra, sin hacer proselitismo de aquellos sonidos y melodías que guardan como un tesoro, como una obra de arte. Pero aquella noche emergimos en la sala magna de L’Auditori, entre paredes de madera y ante un escenario claro-oscuro y minimalista. Allí nos dimos cita con nuestra diva, ansiosos por tomar el camino musical que Lisa Gerrard nos proponía. Una senda de sonidos brumosos y cristalinos, donde los sentimientos mudan de lo cotidiano y se sumergen en otras dimensiones. Para los que somos altamente sensibles a la imaginación y propensos a lo onírico, la cantante nos hizo elevarnos por la sala y viajar hacia lugares insospechados que, a menudo, lindan con lo terrorífico. Creando un ambiente frío en actitudes y palabras, las melodías fueron desgranándose de manera monótona. Sin tregua, los sintetizadores y el piano que acompañaban a la voz de Gerrard nos fueron desvelando los temas de The silver tree (4AD / Everlasting, 2006), su nuevo trabajo, intercalando joyas clásicas de su antigua banda (como Sanvean), el tema Now we are free (compuesto para la película Gladiator) y algunos temas de base trip hop que recordaban a Portishead. Y de esta manera, elegante y aséptica en la liturgia, fue robándonos el alma y el entendimiento esta sirena de voz dura y dulce, vibrante y contundente. Y con su voz en mi corazón, surgió una revelación: sería apasionante unir a Lisa Gerrard con el gran compositor polaco Zbigniew Preisner. // Claudio Yoldi
www.lisagerrard.com