Miguel Villar Quartet
Apátrida, Fresh sound new talent, 2019
Nuevo trabajo del saxofonista navarro Miguel Villar. Siempre me ha gustado el sonido del saxo de Villar. Aunque puede ser tan potente como cualquier otro, nunca juega a serlo, al igual que su amigo Gorka Benítez, le preocupa más la pureza de lo que emite que la potencia del sonido. Respecto a la composición de los temas, el haber estudiado con Guillermo Klein también le ha servido para esa libertad que le permite bucear en los clásicos del jazz pero sin ataduras. Ha grabado en los estudios UnderPool y, como no, ha echado mano de los músicos de la casa, Toni Saigi al piano y Marc Cuevas al contrabajo, en la batería Oriol Roca. Empieza con Antenas, entrada suave del trio que prepara la llegada discreta del saxofón profundo de Villar, se va abajo donde el metal casi pierde el nombre y el sonido es totalmente orgánico. La segunda parte del tema se la cede al trio para que juegue con libertad. Es una composición preciosa que da ganas de escuchar más de una vez seguida y pellizcarte por si acaso. Sigue Joe and Monk, Villar se pasa al soprano (es muy interesante apreciar en cada momento el saxo que está usando, son dos mundos diferentes) suponiendo que Joe sea Lovano (Monk está bastante claro) es curioso la importancia de la línea de trabajo del batería (bien escogido Roca, maestro en adecuar patrones “diferentes” en cualquier situación) El siguiente tema es Ara te joes, Kantus (Kantus puede ser un estilo de música inca o un personaje de la Game Boy) conociendo a “Pintxo” las dos cosas son posibles, lo más fácil es que las haya fundido en este desarrollo con aires folclóricos conducido de nuevo con el tenor. En Pophorn, es como si estuviésemos en los 50’, el saxo suena a Coleman Hawkins (aun que use el soprano) el piano bebe de Ellington (Saigi siempre me hace pensar en el Duque) hay espacio para que Roca y Cuevas nos toquen de cerca el alma, pues eso, una preciosidad. Miau, ahora son 3 minutos de jugar a pregunta y respuesta o de como cuatro músicos conversan desde parámetros más rítmicos que melódicos. Tanto da pie a que entre un bailaor como un rapero. Me trae el recuerdo de la música de su paisano Josetxo Goia- Aribe. Sigue un tema cortito Conversations with T. S. (léase Toni Saigi) en que saxo y piano conversan, ni más ni menos. Sigue 11 de julio, de nuevo el sonido profundo del tenor para dedicarle una preciosa canción a algún miembro de la familia. Cuevas construye una línea en la que confiar, los platillos de Roca chispean alegres, el piano de Saigi juega a percutir y el saxo deja una estela ininterrumpida de nubes bonitas en el cielo, sabiendo retirarse para que el trio resplandezca durante un minuto y volver a cerrar con el saxo para que el círculo sea perfecto. Giro inesperado, Ruman Rock Mystery, Saigi se pasa a los teclados en una entrada psicodélica, ambiente de tensión fílmica, Roca cargando más misterio. Un tema muy diferente, una composición que anda con ritmo certero y cuatro hombres sin miedo al riesgo, pletóricos de libertad. Free jazz sin complejos. Para cerrar otro giro de 180 grados, la única versión del disco. Cançao Necessaria (Guinga) un precioso tema del guitarrista brasileño y cantada nada menos que por Carme Canela y ¡sorpresa! por el mismo Miguel Villar. Una entrada con solo el piano de Saigi y las voces alternadas de Villar y Canela, un puente en que el cuarteto está al completo y el saxo toma la función de voz y un cierre con las dos voces juntas. Un disco para disfrutar sin prisas, deleitándonos en cada cara del prisma de diferentes colores. + info | relacionados