Miguel Cantilo

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Miguel CantiloMiguel Cantilo
Bar Liceum. O Porriño. Pontevedra
22 de enero de 2010

Escuchar a Miguel Cantilo, en acústico, con sólo su guitarra y un micro bien puesto, constituyó nada menos que un sueño para melómanos. Tuvo lugar una noche no tan fría, más bien húmeda, en un recinto con solera como el Bar Liceum de O Porriño, provincia de Pontevedra, en Galicia. Y ahora estoy escuchando Miguel Cantilo – Clásicos (EMI, 2004), el cual se vende como corolario, más un DVD. Lo hago temiendo borrar la sensación del verdadero acústico que todos un día tenemos el derecho de disfrutar sin dejarnos demasiado el bolsillo. Aplaudo la idea a quien la tuvo, porque cuando le cuente a mis amigos que el padre del rock argentino estuvo ahí, a la mano, me dirán que somos unos afortunados. En Clásicos, Cantilo reúne a sus principales acreedores musicales: su sobrina Fabiana Cantilo, para empezar, Rubén Rada, Charly García, Andrés Calamaro, León Gieco, Super Ratones, Alejandro Lerner y Moris, entre los que más me suenan. Todos, con tantísimo gusto han celebrado junto al maestro una vida entregada a lo que más ama: hacer buenas canciones y darlas con energía. Y lo mismo hizo en Porriño ante un reducido pero fervoroso público. Bluesero y rockero de raza, nos ha vuelto a la semilla de la cosa. A esos tiempos cuando el género era rebeldía y decir con rabia y voz ronca, pero con buenas artes. Casi a pelo, cantando bien y dejándose la piel y los huesos ante una, o miles de personas. Hubiera sido bueno ver allí a quienes dicen cantar rock&roll o blues, hoy día. Se nota su esperanza en el brillo de los ojos, pese a todo lo vivido. Cantilo no está en el pasado, viviendo de la gloria. Se sube al autobús para predicar con su ejemplo, ¿hay otra forma más genuina de hacer música y convocar a los escuchas huyendo de la fama y la televisión?. Se presenta como por primera vez lo hiciera y nos convence de su arte a través del mismo. Nos hace cómplices en su combativa visión, rubricada por su sabiduría. Coreamos, bailamos y aplaudimos a rabiar. ¿Por qué no? ¿O esto no es rock&roll? La escuela nacional de Argentina tiene en sus raíces todo el folclore y el tango de los abuelos y está en Cantilo como pozo. Temas como Yo vivo en esta ciudad, Che piruja, ¿Dónde va la gente cuando llueve? y Catalina Bahía, son asignaturas pendientes que encierran el legado de un maestro. Para quienes aún no las habíamos cursado, ahora resultan imprescindibles. www.miguelcantilo.com.ar // Jamila Castillo