Mélodie Gimard / Chano Domínguez trio
Ciutat Flamenco. BARTS 27 de octubre 2020
Este mismo mes habíamos entrevistado a la pianista francesa Mélodie Gimard para que nos hablase de su disco Numen, y nos sirviera de anfitriona para recorrer el contenido del Ciutat Flamenco de este 2020 tan ajetreado. Mucho público joven con ganas de disfrutar del proyecto de Mélodie Gimard y un éxito rotundo. Tanto por la música que nos ofrecieron como por la libertad de los componentes del grupo que ofrecieron un espectáculo de mucha calidad. Una Karen Lugo al baile con cuatro intervenciones a cual más vistosa y sorprendente. La mejicana tiene una manera de mover las manos que hechiza a cualquier público, la mayoría de sus bailes son silenciosos (sin taconeos) pero todo el cuerpo se desliza por el escenario con una soltura envidiable. La guajira con esa manera de mover el abanico fue para recordarla mucho tiempo. En la trompeta el cubano Carlos Sarduy que maneja el ritmo del flamenco como si hubiese nacido en Cádiz, con esas entradas potentes y esos fraseos salerosos. En el chelo (ejerciendo a veces de contrabajo) otro cubano imprescindible, Martín Meléndez. Estuvo contenido cuando lo exigía el guion pero cuándo se soltó, ¡ay mi amigo! Es un monstruo. Lo que saca de su instrumento si no lo ves no lo crees. En la batería Pablo Gómez manejando el ritmo para que todos los otros pudiesen realizar sus solos. En el cante Anna Colom, no pretende Numen ser un disco de flamenco típico por lo que Colom pudo adaptar los cantes y abrirlos a improvisaciones sobre todo jugando con los tiempos y pudiendo ser una solista más junto a los cubanos y el mismo piano de Gimard, pero no tomando todo el peso de las canciones como una cantaora típica. Gimard, nerviosa en las palabras pero certera en la música fue presentando ideas y músicos, disfrutó con sus armonías, supo dejar el espacio que necesitan tan grandes músicos pero también supo dejar claro que el piano tiene un gran peso en este proyecto y que en formaciones reducidas puede resultar muy interesante. Empezaron con Ideas sin palabras unas alegrías muy poéticas, era como si Mélodie ya quisiese homenajear al gaditano Chano que iba a estar en la segunda parte de la noche. Muy segura Colom en el cante a pesar de que el piano a veces juega tan libre que no se lo pone fácil a la cantaora. Además Colom terminó por jotas, tenía muy claro Mélodie ese homenaje a su familia aragonesa. Siguieron con Numen que da título al disco, invitando a Sarduy a salir a escena. Todo un homenaje a Morente que el grupo supo dotar de la libertad que merece. Siguieron con una milonga Que sería, que quiso dedicar su madre y a todas las madres presentes en la sala. Después vendría la guajira, unas festeras bulerías que ha titulado Laberinto y la terrible farruca que tanto me gusta en el disco y en directo todavía me pareció más trágica. El tiempo que tenían era poco (por restricciones horarias del covid) pero no quisieron irse sin la típica fiesta por bulerías a pelo, dónde además Mélodie pudo mostrar sus habilidades en el baile. La segunda parte venía con sorpresas. Se anunciaba Chano Domínguez flamenco trio con Carles Benavent, de momento en escena Chano Domínguez al piano, Blas Córdoba “El kejío” al cante y su hijo José Córdoba al cajón. Chano Domínguez lleva muchos años demostrando su nivel no sólo por aquí sino internacionalmente. La manera de entrar a esas alegrías solo puede hacerlo alguien que conozca muy bien el flamenco y al mismo tiempo este acostumbrado a trabajar con gente tan dispar como los nórdicos Benjamin Koppel y Jacob Andersen en aquel ¡Ritmo! Cowbellmusic, 2000 o los internacionales George Mraz y Jeff Ballard en otro disco imprescindible Con alma Karonte, 2005, por citar proyectos menos conocidos o la sensibilidad de su dúo con Javier Colina, Chano & Colina Karonte, 2017, bueno la obra del gaditano es tan extensa que nos podíamos dedicar todo el día. Pero volvamos al concierto, explicó Chano que estaba feliz de tocar en directo y más con su familia, refiriéndose a Córdoba con quién había trabajado con el grupo de Paco de Lucia. Metió tensión y hondura Chano el flamenco más cabal llenó la sala. Chano estaba dispuesto a jugar con los sonidos que quisiera y secundado por las percusiones del joven José Córdoba fue desplazándose a su gusto por la negritud de la seguiriya. No quiso acabar este tercio sin dejar que El Kejio sacara su parte más melódica en una especie de canción, tiene el Kejio una voz muy cobriza y sorprendente difícil de equiparar a cualquier otro cantaor, al igual que Chano ha colaborado con muchos músicos de jazz como el trompetista Winton Marsalis o el batería Jack Dejonhette
¡Y llegó Carles Benavent! el del Poble Sec ha formado parte durante muchos años del sexteto de Paco de Lucia, al igual que Córdoba y Chano, estaba claro por dónde iban a ir los tiros, no tardó Chano en anunciarlo, Tocaremos temas nuestros pero sobre todo de Paco, pero Benavent quiso pedir al respetable su apoyo para dedicar el concierto al tristemente recién fallecido Vicente Castro “Parrita” Benavent estaba arrebatador y no tardo en adueñarse de la situación trabajando con el bajo tan pronto desde los acordes más flamencos como en una línea cercana al blues y al rock que ha defendido durante muchos años en proyectos como Máquina o Música Urbana. Benavent ha representado siempre la perfecta fusión entre flamenco y rock, sus trabajos con Jorge Pardo dan fe de ello. Además de haber tocado con grandes músicos como Paquito D’Ribera, Michel Camilo o el mismo Miles Davis. También necesitaríamos mucho tiempo para hablar de su obra. Los dos genios en acción repasaban escenas de su época con Paco, los Córdoba se mantenían discretos y en la batería David Gómez que lejos de amedrentarse ante las dos figuras se marcó un concierto de los que no olvidará, había que estar muy atento a las travesuras de los dos amigos que tenían ganas de jugar con sus recuerdos, pero Gómez estuvo atento y supo además rematar muchas situaciones complejas. Un placer. + info | relacionados |Fotos:Joan Cortès