Mariola Membrives.
SFB El Dorado, 20 de junio de 2019
En este musical mes de junio he tenido la oportunidad de escuchar a Mariola Membrives, presentando el mismo proyecto, en dos noches únicas e irrepetibles. El proyecto es su último trabajo titulado Lorca Spanish Songs, álbum que grabó acompañada del guitarrista Marc Ribot y que ahora presenta con diferentes formaciones en espacios distintos. El 4 de junio una trentena de afortunados y afortunadas nos encontramos en Utopía 126 en una sala preciosa bajo unas ventanas modernistas y rodeando en cómodas butacas al trio de Membrives. En el piano Daniel García Diego un músico que según me comentó Mariola ha sido fundamental a la hora de establecer criterios sobre el sonido que iba a envolver las canciones de Federico. En la guitarra Javier Pedreira que a mi parecer traslado toda la libertad de Ribot que curiosamente en el disco parece “contenida” en aras de la poesía. Pero en el directo, Pedreira le dio la vida que estoy seguro hubiese ofrecido el mismo Ribot. Con unos pedales de efectos fundamentales y una manera de tocar más cercana al jazz que no al flamenco (estamos hablando de guitarra eléctrica) Pedreira dio el segundo envoltorio a la poesía de Lorca. A destacar la revisión de Pequeño vals vienés. Son muchas las versiones que hemos escuchado del tema, incluso la de la misma Membrives en su Omega 2.0, pero en esta ocasión la manera de enfocarlo con piano, guitarra eléctrica y una voz totalmente poseída por la magia concreta del momento elevaron el tema a otras esferas. Y volemos al 20 de junio, en la sala Sandaru, delante de un público flamenco que conoce bien a la cantaora, Membrives volvía a apostar por el riesgo, traía de nuevo a Javier Pedreira en una guitarra, reforzaba el “sonido” Ribot con Osvi Grecco un guitarrista que no conocemos en la escena jazzística de la ciudad (suele acompañar a grandes figuras de otras músicas) pero esta noche dejó ir toda la música que lleva dentro y a mi parecer disfrutó como si fuese su puesta de largo en el mundo musical. Para completar el grupo, el trombonista Vicent Pérez que ya acompañó a Membrives en el concierto del año pasado en Luz de Gas. Pérez sabe trabajar con el trombón y sus pedales en el mismo sentido que lo hacen los dos guitarristas con su instrumento, creando un sonido que envuelva la poesía de Lorca y que no deje escapar ni un átomo de su “verdad” atemporal. En este concierto, empezaba Membrives con Sones de Asturias, a saco, con mucha carga de distorsiones, para suavizar explica que se trata de una jotilla asturiana (como diciendo que no se ha movido del folclore) al introducir Las morillas de Jaén aprovecha para dejar claro que ahora y entonces los abusos de genero están presentes en nuestro mundo aunque ella siempre lo dice más poético. Sigue con Nana de Sevilla y aprovecha el tema para comentar la ayuda que necesitan los niños de África y se presta para explicar a quién lo desee la manera de colaborar. Ella no sólo lo hace con dinero (seguro que sí) sino que además canta la nana con esa sintonía hacía el “desarropado” que te pone la piel de gallina. Ciudad sin sueño empieza con no duerme nadie como grito guerrero para dedicar dos temas a Omega y Morente, sigue con Pequeño vals vienés. Café de chinitas y explica como Lorca puso una situación imposible ya que dicho café no existía en tiempos de Paquiro. Agua donde vas, musicada por ella y el pianista García Diego que le había acompañado en el anterior concierto. Nos explica que tanto ella como seguramente muchas niñas de su edad en Andalucía se iniciaron en el baile con el Zorongo gitano y a pesar de volver a usar la descarga eléctrica por todo lo alto, con sus manos Membrives sigue reviviendo los movimientos de aquella niña que ya intuía otra manera de expresarse. Vino Anda jaleo, y cuándo sonaban los primeros acordes de La tarara, me di cuenta que desde que Mariola Membrives en una entrevista me describió cómo se imaginaba ella el personaje de La Tarara cuándo la escucho vivo el poema de manera diferente. Es lo que tienen estos conciertos de esta mujer sobre este trabajo, que cuándo la escuchas presentar los temas estas descubriendo otro Lorca mucho más popular (como cercano al pueblo) de lo que habías entendido al leer sus poemas sin musicar. También en el bis con Los cuatro muleros volvió acercárnoslos hablándonos de sus abuelos y de sus pueblos serranos. ¡Ojala, cómo Federico con su Barraca, pueda Membrives recorrer los pueblos de toda España, llevando al pueblo la poesía que siempre fue suya! + info | relacionados | fotografía directo: Paloma Pérez