Lila Downs / Musiques Llatines

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Lila Downs / Musiques LlatinesLila Downs
Musiques Llatines
Auditori de Barcelona.
7 de mayo de 2009.

Como una diosa, pero accesible, fresca y llena de humanidad. Así apareció la gran Lila Downs en la sala más noble del Auditori de Barcelona el pasado 8 de mayo, y así la abandonó tras un apoteósico y generosísimo concierto. La Downs es infalible, pero ese jueves fue aún más excelente, si cabe. Bellísima desde su enorme cabellera negra y brillante –ni rastro de sus trenzas tradicionales-, hasta sus pies ágiles y caprichosos que esa noche vestían sandalias de tacón –ni rastro tampoco de sus botas camperas características-, esta mestiza que canta a los trabajadores que dejan su vida atravesando “la línea” y a las mujeres zapotecas y mixtecas que cantan y bailan ante la dificultad y la tortura, nos volvió a conmover con su voz y a embelesar con su porte coreográfico. Ahora, cantando a los Perros Negros, a las montañas y a las iguanas, la mexicano-norteamericana ofrece su visión contemporánea del lado más indígena de su país natal en un constante homenaje a esas comunidades ricas en cultura y políglotas de mil idiomas que alguien daba por muertos. Profesionalidad y espíritu, una combinación explosiva que en Lila Downs se hace patente en cada nota y en cada movimiento. Ella le ha dado la vuelta a la ranchera sin perder ni un ápice de su fuerza cultural y ha dotado de cordura y modernidad a esos sonidos mexicanos que en su reciente trabajo Ojo de Culebra enlaza prodigiosamente con ritmos fronterizos, de Nueva Orleans al forró brasileño. Aún sin los colaboradores con los que ha contado en su producción (Enrique Bunbury, LaMari de Chambao, Café Tacuba y Mercedes Sosa, entre otros), la oaxaqueña deslumbró de entrada con la excelente versión que hace de Black Magic Woman y tras algunos de sus nuevos temas como Perro Negro, Los Pollos o Justicia, no faltaron La Cumbia del Mole, ni tampoco Agua de Rosas. Una Llorona que llegó al alma del numeroso y entregado público del Auditori sirvió para cerrar un concierto que más de uno hubiera deseado que no acabara nunca. Sencillamente prodigiosa Miss Downs. //MariaJo López Vilalta –La Morocha-