Lenacay | Ryma
Lenacay
“Ryma” Satelite K, 2012
Ojos de Brujo abrió puertas a muchos grupos. Por un lado por esa fusión musical siempre con base flamenca que lo mismo coqueteaba con el hip hop, que con la electrónica y en un proceso de investigación constante. Por otro por su forma de funcionar autogestionada y asamblearia. Y después también llevando el nombre de Barcelona allende fronteras y allanando el camino para que otras bandas transitaran por él. Pero ahora, tras más de diez fructíferos años, se han disuelto “oficialmente”. Aunque no seremos nosotros los que digamos que se han cerrado las puertas completamente. No han acabado lo bien que todos hubieran deseado, pero el tiempo mueve montañas, así que los caminos, ahora alejados, nadie sabe si se volverán a juntar.
Sin embargo solo era cuestión de tiempo que, tras la separación, Ramón uno de los fundadores oficiales de la banda, siguiera experimentando con la música. Él y Panko unieron fuerzas primero. Formaron Flamentrónika a modo de “grupo maqueta” y se acompañaron de los hermanos Eduardo y Yolanda Cortés, para probarse de nuevo ante el público. Después Paula Domínguez, Charlie Cuevas (ex Zulú 9.30) y Xavi Turull (de la familia “Ojos”) se unieron también al proyecto.
Ahora, tras unos meses de trabajo intenso, se presentan oficialmente como Lenacay y Ryma, es su primer disco.El nombre del grupo responde a la unión de dos palabras en caló, LEN: representa el curso de la vida y ACAY: mirada. Con ambas obtendríamos: “una mirada al curso de la vida”. Mientras que Ryma es una palabra inventada que, según Ramón, viene a significar la empatía que se crea entre las personas, sobre todo a través de las emociones.
A diferencia de Ojos, donde la batuta era portada por todos, en Lenacay ha sido Ramón quien se ha cargado sobre sus espaldas la responsabilidad del proyecto, aunque cada uno de ellos es un “arquetipo” y tiene su “misión”: Ramón “El Brujo” las guitarras y programaciones, Dj Panko “El Mago” scratches teclados y voz, Xavi “El Guerrero” las percusiones, Yolanda “La Joya” el baile y cante, Eduardo “El Hechicero” la guitarra flamenca, Paula “La camaleón” la voz y palmas y Charlie “El Ilusionista” el bajo.
Juntos han hecho lo que mejor saben hacer, coger el flamenco, experimentar con él y aliñarlo con todas esas influencias que cada uno de ellos ha vivido en la música. Pero siempre mirándolo todo a través de ese genero andaluz y gitano. Rumbas, soleas, bulerías, tangos, martinetes, tarantos, granainas, etc, se cruzan con hip hop, soul, jazz y hasta retazos de rock industrial.
Como acostumbra a pasar en un primer disco, la variedad es lo común y aunque sabemos que en cada una de las composiciones donde Ramón interviene, siempre se esconden multitud de historias interesantes detrás, aquí nos atrevemos a destacar tres grupos distintos de temas.
Por un lado hay canciones como If I Let You, 7 Days y Yo Quiero Más De Ti, donde la voz, personalidad y creatividad de Paula tiene una presencia muy fuerte. Además nos encontramos con que algunas están cantadas en inglés, algo nuevo y sorprendente. Pero una vez superado el shock, a las pocas oídas, ya te han atrapado por su delicadeza. ¡Gran voz la de Paula y todo un descubrimiento!.
Por otro lado están Séptimo Sueño, Tangoranto, Solea Incomoda y A mi Tío Gabriel donde la experimentación flamenca es mucho más evidente, pero el equilibrio entre electrónica y raíz es tan equitativo que dudamos que alguien que no sean estos brujos podría hacerlo con tanto acierto y destreza. Además cada uno de los temas muestra nuevos horizontes donde poder transitar.
Y por último la tercera parte la integrarían Cielo Azul, una “rumba de la casa” como a ellos les gusta decir, que canta Paula y que te atrapa a primera escucha. Identidad (con una letra para nada baladí) y Walking on the Ramblas, ambas cantadas por Panko, que explotan la vena más festiva y seguro que en directo servirán para levantar la euforia del público.
Al acabar el disco encontramos un bonus que justamente le da título y que, de alguna forma, resume musicalmente el gran trabajo desarrollado en todo el resto de temas.
Dicen que la música se vive desde la emoción, pues aquí hay, y mucha. // Miguel Amorós.