LAS POBLINAS DE AUGUSTO BLANCA
AUGUSTO BLANCA
POBLINAS
PRODUCCIONES COLIBRÍ, 2015
A pesar de que este doble CD se editó hace tres años ha llegado ahora a mis manos y he pensado que merece la pena ser dado a conocer por su excelente calidad y lo interesante de su contenido.
Es una recopilación de los dos volúmenes de poblinas (término inventado por el propio Augusto Blanca) que el autor tiene publicadas. Según él mismo explica, “la palabra poblina no existe, es un derivado de poblano, pueblerino, pueblo…, porque las canciones son precisamente eso, una especie de viñetas o pequeñas crónicas de mi infancia y adolescencia que ocurrió primero en Banes, donde nací, y luego otras que surgieron en Santiago de Cuba donde viví mucho tiempo, hasta la última que compuse en La Habana”.
Así queda claro que Augusto Blanca, excelente trovador con una dilatada carrera en el mundo de la Trova y el teatro (disciplina en la que fue inventor, también, del término Teatrova, una mezcla de canción y teatro, término bajo el que se representaron obras tan interesantes como “Momo” o “El Principito”), ha hecho las poblinas desde siempre, “y es que a mí me gusta mucho trabajar en series: la de los regalos, la de las trovadas, la de los refranes, pero la única que no he cerrado definitivamente es ésta, porque cada vez que voy a mi pueblo natal o Santiago me acuerdo de algo y sale una nueva poblina”, confiesa.
Lo interesante de esta nueva edición es que recopila de forma definitva toda esa producción de poblinas que estaba desperdigada en su obra desde que grabó su primer disco en 1978, en el que incluyó sus primeras poblinas que llevaba componiendo desde los años 60. A partir de ahí, en cada disco que editaba incluía dos poblinas, aunque, según él mismo dice, su sueño fue siempre hacerlas todas en un mismo disco.
El proceso de elaboración de los dos volúmenes de poblinas, en el que participan muchos trovadores y músicos compañeros de profesión, tomó cerca de dos años y fue complicado porque al enfrentarse a todas juntas, Augusto Blanca se dio cuenta de que cada poblina llevaba un arreglo completamente diferente: “Nos repartimos los temas y empezamos a trabajar en el cambio de tonalidades. El único que tenía su canción era Santiago Feliú, porque siempre ha cantado ‘Poblina de aquel muchacho’, así que lo tenía muy claro”.
Otras de las grandes voces que acompañan a Augusto son Silvio Rodríguez (“Poblina de los domingos”), Pablo Milanés (“Poblina de lirios y dudas”), Vicente Feliú (“Poblina del acontecimiento. El Novio”), Lázaro García (“Poblina de las memorias”), o Pancho Amat (“Poblina de las escaleras”), entre otros, como el gran poeta Waldo Leyva que recita en la “Poblina del primer amor”.
En definitiva, es un trabajo exquisito cocinado con amor y paciencia que recibió un premio en la Edición Cubadisco del año en que se editó y en el que se ha cuidado hasta el último detalle incluso en la presentación en forma del dibujo de un viejo cofre de madera ideado por los diseñadores Katia Hernández y Enrique Smith, que también fueron los encargados de ilustrar con deliciosos dibujos todos esos recuerdos y dar forma a la estética final de “Poblinas. Lo que persite. Ires y venires” (Volúmenes I y II).
Fotografía: Juan Miguel Morales