Julio García

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Julio GarcíaJulio García
"Ser"
Escalera Grabaciones Intrépidas, 2007
www.juliogarcia.cjb.net

 

Hay que ir con mucho tiento con eso de las supuestas virtudes terapéuticas de la música. En el mercado hay demasiados de esos recopilatorios aparentemente creados para el placer autocontemplativo y el relajo del alma, en los que se confunde la calma con la melancolía y cuyo abuso provoca más depresiones que iras apaivagadas. Julio García advierte, en la carpetilla, que parte del disco fue escrito en duros momentos de su vida y de allegados. Mucho de eso desprende el tono triste de Ser, su quinto trabajo como solista editado en colaboración con la Fundación Ananta. Ya marca tendencia que, en un disco eminentemente instrumental, uno de los pocos textos musicados sea un poema de Rosalía de Castro –aunque la autoría del resto de letras sea de Carmen Ros, quien canta y produce junto a Julio García–. Ser lo compone un ramito de hermosas piezas melódicas para guitarra acompañada, algunas de aire piazzollero (no en vano le secunda el bandoneón de Fabián Carbone, del grupo Tango Quattro), otros cortes más épicos (Norte-Sur, un maridaje entre Madredeus y Adiemus), ragas indias y armónicos tibetanos –en La montaña, lidiando con un tema interpretado a violín–. El guitarrista cuenta aquí con la inestimable ayuda de amigos de relumbrón, como Helena de Alfonso, del grupo Barahúnda, Javier Paxariño –con una plañidera improvisación de bansuri en Plegaria–, las bonitas voces de Teresa Barrientos y la debutante Laura Rosales, y un recurrente trío de cuerdas. Pese al acaramelado regustillo de algunos arreglos, el resultado alcanza a veces cotas casi exquisitas, como en el reposado tema final, Cuerpo y alma, de estilo algo knopfleriano, o la balada Secretos. Un álbum cómodo al oído, sin duda, pero difícil para enjuagar lágrimas. La serenidad precisa de silencio, y la paz, soledad. Pero se aplaude el esfuerzo. // Iván Sánchez Moreno