Israel Fernández & Diego del Morao
“Amor” Universal, 2020
Israel Fernández es un cantaor que gusta a la primera escucha, Universal lo sabe y apuesta por él. En la guitarra Diego del Morao (creo que no hace falta recordar quién fue su padre) un dúo perfecto para dar un repaso a los palos flamencos más tradicionales, no quiero sentenciar con esto que lo que hacen sea fácil, ni mucho menos, es un disco de flamenco de calidad pero sin pretender llegar a ningún clima de directo, los temas son cortos y precisos. Nada que objetar, los directos son directos y las grabaciones son maneras de atrapar una realidad sea la que sea. Ahora vamos con lo que contiene el disco. Alegrías de Santa Ana, tema bucólico, con su velero, la añoranza y esa guitarra dicharachera que te hace sonreír desde la primera nota, por algo son alegrías. La casa pequeña es una malagueña con una introducción sencilla pero preciosa del Morao pero cuándo uno le coge el gusto a la manera en que la está cantando Israel Fernández al primer tercio se acabó. A eso me refería con lo de grabación en contra de sentimiento. Esos dos minutos se me quedan cortos. En la solea del Cariño (con la poesía de Bécquer como introducción) se adivina el gusto por el riesgo, aquí los dos músicos buscan nuevas maneras de trabajar un palo tan profundo como la solea, saliendo bien parados. La voz de Fernández sabe templar muy bien. La amada son unos tientos, o unos tangos lentos, donde la guitarra cede protagonismo a las letras, mirando la información del librito que acompaña el disco uno se da cuenta del interés de Israel por renovar letras y dotar al disco de esa poesía que debe acompañar siempre al “Amor”. Después de las populares veinticuatro horas al día, si tuviera veintisiete tres horas más te querría, le deja un espacio precioso a Morao y a las percusiones del Piraña muy presentes en todo el disco. Para un servidor el mejor tema del disco. Y llegas las primeras bulerías, en este caso Bulería del reproche ¡que le van a explicar a Morao de bulerías si ha crecido escuchándolas! Genial. Toda una fiesta con los coros y palmas de los acompañantes. La bella murciana es una perlita con brillo corto pero intenso, vuelve a ocurrir lo mismo, cuando te tiene el corazón en un puño se acaba. Otra vez dos minutos con veintidós. Me quedo con las ganas. Los tangos, Querencia, vienen a resarcirme, las percusiones de Piraña y la guitarra del Morao preparan el campo de trabajo, Israel Fernández está a gusto y se acerca sin miedo al mejor Camarón. La granaina El Mandamiento le deja un buen espacio para lucirse Diego del Morao con una entrada de concertista, y Fernández entra con buen píe muy seguro en la manera de alargar las palabras. Sigue el riesgo con la Seguiriya del Desvelo, la guitarra de Morao le conduce por elementos modernos que no son fáciles de compaginar con la dificultad de cantar por seguiriyas, pero lo consiguen, otro de los mayores aciertos del disco. Una segunda bulería, El Anhelo, las dos bulerías son creadas por Israel Fernández, viene el de Toledo con ganas de renovar algunas letras y me parece perfecto. Para terminar el disco unos fandangos, entrada preciosa del Morao y la voz de Fernández segura y respetuosa a los clásicos, la guitarra sabe quedarse atrás para dignificar la voz o irse delante para dignificar el toque del fandango. Un disco para cualquier persona que quiera saber por dónde va el flamenco ahora mismo. Muy recomendable. + info | relacionados