Cándida

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Ciclogénesis explosiva Malatesta, 2020

Cuando recibí  el primer disco de Cándida con el título de Mil perdones, Discmedi 2009 venía catalogado como neotango, que en aquella época podía compartir cubeta con Melingo o La Chicana, ya quedaba claro que para el combo formado por Candi Imbernón y Juan Barcala, las etiquetas iban a resultar complicadas. Es cierto que la cantante venía del mundo del tango y que en ese primer trabajo estaba Orlando Dibelo al bandoneón, pero poca cosa más.  Ahora editan este Ciclogénesis explosiva, Malatesta 2020 y seguimos igual de confusos con las etiquetas y me da que a ellos les trae sin cuidado. Basta comprobar como en el segundo tema Canto de siega son capaces de recuperar unas letras de Lope de Vega, viajar a las primeras manifestaciones de folklore (los cantos de trabajo) y a la hora de darlo a conocer no se les ocurre otra cosa que compartirlo en las redes sociales a través de un juego tipo Arcade, en el que el oyente puede jugar mientras escucha el tema ¿te parecen suficientes pistas para escoger cubeta? Pero no adelantemos guion, empieza el disco con Sirenas, la guitarra de Juan Barcala (también graba los bajos) y la batería de Pancho Montañez entran a favor de la psicodelia, pero es verdad que cuándo aparece la voz de Candi, la milonga e incluso la cumbia se hacen presentes, hasta que llega la trompeta de Stefano Cecchi y lo barre todo, el segundo tema es el que te comentaba de Canto de siega, puro tribalismo aunque la armónica de Antonio Chumillas le sople ese aire de western que siempre aparece en los trabajos de Cándida. Supernova es puro funky en la costa del Levante, sonidos robóticos y un viaje a los ochenta que tanto les gusta revivir al grupo. Calabobos, es el siguiente tema, la batería quiere apostar por el rockabilly, la trompeta y el bajo preferirían entrar en territorios fronterizos, dudas que no se van a resolver, un instrumental precioso que te deja con ganas de escuchar en directo y que se dejen ir más tiempo. Y llega la explosión Ciclogénesis creo adivinar el chelo de Adrían González Cortés, mientras  la voz de Candi nos denuncia a través de una Chacarera una situación que musicalmente parece no tener salida. Pero al final “Te espero junto al árbol y a la flor con viento de levante” hay esperanza. Ahora Barcala coge la guitarra de soñar, y ese sonido metálico junto a la batería y esos vientos fílmicos, nos trasladan Allí (título del tema) Aquí Candi canta genial me recuerda mucho a mi admirada Cristina Lliso (Esclarecidos) Gaucho mecánico dentista es el siguiente tema y ya el título se las trae, aquí la voz de Candi vuelve a arrastrase hasta San Telmo, buen trabajo del chelista que le toca acercarse al sonido típico del bandoneón. En cada disco ha habido una versión, en Mil perdones fue Escenas olvidadas (Golpes Bajos) en Mi casa, mi alma, mi amor, mis zapatos Discmedi, 2012 fue So payaso (Extremoduro) en el siguiente Arbolito brutal Malatesta 2015 versionaron Elástico de su paisano Miquel Gil, en Galgos y podencos, La viejita Música, 2017 volvieron a los ochenta con Casa del misterio (Ilegales) y ahora rizando el rizo Los ejes de mi carreta (Héctor Roberto Chavero / Romildo Risso) brutal la versión que han hecho al tema que popularizó Atahualpa Yupanki, más de seis minutos para desarrollar toda una escena ¡como para etiquetar esta música! batería y trompeta te llevan a caminos polvorientos, la voz profunda de Candi sublime y en el puente, la guitarra de Barcala elevándose por encima de todos. Para terminar el disco un bonito recuerdo a Jarque (Francesc Jarque Bayo) fotógrafo valenciano fallecido hace ahora cuatro años. Escucha la guitarra de Barcala  que busca el realismo  que supo plasmar el fotógrafo en su obra, mientras Candi nos confirma que no hay campanas para esta pena. + info | relacionados | Fotos: Juan Limousine. 

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