Helena Rosich
La Planeta, Girona. 2 de febrero de 2018
Para los que no la conozcáis, La Planeta es una sala Independiente de Teatro que en esta ocasión sirvió de escenario para presentar este segundo trabajo de la gironina Helena Rosich, Feeling Bill Evans Temps Records, 2017. Una sala llena a rebosar con ganas de escuchar a esta mujer que se acerca con respeto a la música de Evans, o más bien al estilo Evans ya que algunas canciones no son composiciones del pianista de New Jersey. Dos sorpresas al empezar el concierto, la primera la ausencia de Gonzalo del Val en la batería (pronto quedó claro que Santi Colomer cumplía perfectamente con su trabajo, nada a objetar). La segunda la falta de piano, Alexandre Carbonell tuvo que trabajar con un buen teclado, pero un servidor echó en falta el sonido del piano en algún tema concreto (es el problema de muchas salas) Pero la noche fue fantástica y no nos vamos a amargar por pequeños detalles. Empezaron con In april y aunque todavía con timidez en el sonido el contrabajo de Manel Fortià ya dejaba que el swing se instalase en la sala por derecho propio, Xavier Figuerola desde su rincón también aportaba la calidez que solo el saxo tiene, Helena Rosich sin forzar se iba instalando en el medio del escenario con la elegancia y la suavidad de una gran dama. My foolish heart, uno de los estándares que tan bien sabe “interpretar” Rosich. Sin pretender mostrar sus dotes de cantante, solo sintiéndose muy a gusto dentro del tema, y permitiendo que Figuerola haga la otra voz y Carbonell vista el tema con sus mejores complementos y cuándo entra su voz que no sea para comerse a nadie. You must belive in spring, por un momento me sentí dentro de la película One from the heart y la voz de Crystal Gayle dentro del cuerpo de Helena Rosich. Cuando volví al presente Helena Rosich estaba presentando el siguiente tema Waltz for Debby, para muchos lo más conocido de Evans, el dúo entre Figuerola y Rosich magnífico, el público iba entrando en los aplausos por solos e incluso en los comentarios de Helena había respuestas recurrentes de un público amigo que sabe que el respeto no está reñido con la sonrisa. Y sí seguíamos con The touch of your lips del inglés Ray Noble que ya a principios del siglo pasado sabía componer maravillas como esta, tema que sirvió para que la cantante demostrara lo bien que se mueve por registros nada fáciles. Se fueron al otro lado del Atlántico para recuperar el único tema del Real Book que escribiera un compositor argentino Sometime ago (Sergio Mihanovich) y de nuevo Helena Rosich estuvo enorme, aguantando el tempo, bajando y subiendo con serenidad. Detour Ahead otra balada emotiva. Se marcha el piano por un momento, Santi Colomer con su solo de batería nos mete de cabeza en Funkallero, tema que inicia el disco y que permite un registro más funky que no sueles esperar en la música de Evans, Carbonell (que había regresado enseguida) se mete de lleno en la composición y ahora la voz de Rosich me trae recuerdos de Betty Carter (no me preguntes porque, ya te dije que no conocía el tema hasta que se lo escuché a Helena en el disco) Aprovecha Rosich para hablarnos de los hermanos Gershwin y presentar Love is the here to stay (y al traducir Helena “El nostre amor està aquí per quedarse” hay un murmullo en el público confirmando que los fans opinan lo mismo. Y llega Blue in Green para mí lo mejor de la noche, de nuevo Rosich aguantando el caballo (que diría Miles Davis) para que no se desboque. Oportunidad también para Fortià que había estado muy discreto y pudo mostrar esas ganas suyas de reinventar (que grande que es este joven contrabajista) el público supo apreciar el esfuerzo y hubo una emocionante ovación, no tardaron en salir para ofrecer el esperado bis y como el disco ya estaba completo no dudaron en escoger Night and Day, que mejor que Cole Porter para cerrar una noche de composiciones elegantes, dónde cuatro músicos que conocen su oficio supieron ofrecer el acompañamiento sutil y detallista para que una voz que cree en lo que hace nos permita gozar de esa música atemporal. + info | relacionados | Fotografías: Beto Pérez.