Guillermo McGill Quartet
Guillermo McGill Quartet
"Tan cerca"
Contrabaix, 2007
Myspace
Es curioso como una misma obra puede ofrecernos diferentes sensaciones, quizás en eso reside la grandeza de la música, hace menos de un mes, reseñaba en este portal el concierto que el cuarteto de Guillermo McGill ofrecía en el festival de jazz de Terrassa, ahora escuchando tranquilamente su disco Tan cerca Contrabaix 2007, observo algunas diferencias importantes respecto al directo, sigo pensando que el baterista uruguayo (afincado hace mucho tiempo en España) es un buscador incansable de nuevos caminos (no es una alabanza, ni una crítica, tan solo una realidad) el disco pasa tranquilamente de A remark you made de Joe Zawinul (fusión donde las haya) a dos temas duros de caray, La sonrisa de Miguel y Con cuidadito es bip bop contundente donde lo haya, pero después te encuentras con Duna o Tan cerca, endulzadas por la voz de Ana Salazar y te rompe los esquemas (desde que vive en Cádiz es como si de golpe le hubiese vuelto la influencia de su antiguo compañero Chano Domínguez). Los dos últimos temas, Tu marina soledad (una aproximación muy curiosa al flamenco) y ese Por la vida que cantara Shirley Horn hay que decir que tampoco tienen demasiada relación con una globalidad ficticia que pudiese definir al disco. Qué pasó pues en el concierto para tener dos visiones diferentes de los mismos temas. Bien, por ejemplo en Marina soledad el baile de Ana (original y extraordinario, no sólo por la ausencia de estereotipos sino por la forma de compenetrarse) en mi caso se comió literalmente al tema. Martí Serra fue otro culpable, el saxofonista estuvo fabuloso, tanto era así que anulaba a un Israel Sandoval (guitarra) y al contrabajista Josep Perez Cucurella, que en el disco tienen más espacio y demuestran sobre todo en el caso de Israel, lo novedoso de su música, de echo en el bolo de Terrassa se adivinaba, no puedo negar tampoco que el echo de que Javier Colina colabore en el colofón de Por la vida también me influye, para que me esté gustando más el disco que el concierto // Candido Querol