Fanfare Ciocarlia
Fanfare Ciocarlia + Artistas Invitados
El Tiempo de los Gitanos presenta Queens & Kings
L’Auditori, Barcelona
29 de Noviembre de 2007
L’Auditori de Barcelona fue uno de los cuatro espacios y ciudades escogidos para la presentación de esta segunda edición de la gira de El Tiempo de los Gitanos. En esta ocasión con el subtitulo de Queens & Kings, y que no casualmente coincide con el nombre del reciente y quinto disco de los rumanos de la Fanfare Ciocarlia. De hecho ellos fueron la banda a través de la cual basculó este concierto. Hay que decir que el Auditori barcelonés tiene una cualidades acústicas excepcionales, y en esta ocasión de nuevo se pudo comprobar, pero escuchar y ver toda esa descarga de música balcánica sentado, os puedo asegurar que no fue la mejor manera. De hecho casi había apuestas de cuantas canciones aguantaría el público sin levantarse. Y no fueron muchas, la verdad. El espectáculo celebra la unidad de la diversidad gitana y empezó con tres de los músicos de Kaloome, gitanos de Perpignan, que con guitarras, cajón y con temas más cercanos al flamenco, calentaron en tres canciones el frío local. Tras ellos las cuatro tubas de la Fanfare hicieron su entrada y poco después las tres trompetas, los dos saxos y los dos percusionistas. ¡Y empezó la fiesta!. Hicieron un repaso al comentado Queens & Kings (Asphalt Tango / Karonte, 2007), pero tampoco faltaron el Iag Bari, Nicoleta, Caravan (esa impagable versión del tema de Duke Ellington) y todas esas canciones que animan el alma y remueven el cuerpo. Además, en algunas de ellas, las bailarinas Aurelia y Tantica daban más color con sus bailes a esos ritmos endiablados. Como ellos mismos me dijeron en una ocasión: “no sé si somos los más rápidos, pero nunca hemos visto a otros tocar más rápido que nosotros”. Y es que son la pesadilla de cualquier músico de viento, ante su virtuosismo y vertiginosidad solo cabe descubrirse. Entre tema y tema fueron apareciendo los invitados, Jony Iliev de Bulgaria, Florentina Sandu de Rumania, y como no, la reina Esma Redzepova de Macedonia. Esta última se hizo esperar, pero en cuanto salió, fue el delirio porque se marcó unos Ibrahim y Nakelavishe antológicos. A partir de entonces ya no hizo falta estar sentado y fue todo un privilegio disfrutar de la combinación de todos estos impresionantes artistas. Y como no podía ser de otra forma, después de un par de bises, entre ellos el celebradísimo Que dolor y ya con las luces encendidas, volvieron a salir y nos acompañaron con sus metales hasta el hall para que nadie parara de bailar. // Miguel Amorós