Enric Hernàez presenta 10 cançons
Centre Cultural Albareda (Barcelona), 31/3/2022
Dentro del Festival BarnaSants 2022 y acompañado de los músicos uruguayos Mario Maeso a la guitarra y Álvaro Pérez a las percusiones, el cantautor catalán Enric Hernàez presentó el pasado jueves su último trabajo discográfico titulado 10 cançons (Sota La Palmera, 2022), elaborado mano a mano con los anteriores músicos y contando también con la habitual voz de Mercè Serramalera.
Además de un magnífico compositor y un personal cantante, Enric es un tipo elegante en su hacer y en sus formas y la pasada noche brilló sobre el escenario creando ese ambiente íntimo y único que le sale de las entrañas inevitablemente. Massa, de su disco de 1985 La tardor a Pekín, fue el tema elegido para abrir el recital, tras la cual Enric dio la bienvenida al público confesando: “Me emocionáis y empiezo a sudar nada más empezar”. También recordó que este nuevo disco se gestó durante el tiempo de pandemia y reconoció la labor de los músicos que le acompañaban y también la de Guille Pérez, responsable técnico de 10 cançons. Haciendo nuevamente referencia a los tiempos de confinamiento, presentó la siguiente canción, Soc l’estrella que brilla, “la primera del disco, que compuse durante uno de esos días en los que no se podía salir a pasear, pero mi cerebro sí lo hizo y volvió con esta canción”, en la que destacaron los preciosos coros de Serramalera.
Enric Hernàez quiso agradecer también la labor de BarnaSants “porque en los tiempos de pandemia ha seguido programando. Mi concierto se llegó a anular en cinco ocasiones, pero al final lo conseguí” y siguió desgranando las canciones de su nuevo disco en el mismo orden que las ha publicado.
A la suave y elegante Plou tant que fins se m’ha mullat el cor le siguieron Sorra entre les dents (según el propio Hernàez, “una extraña forma de expresar lo mucho que disfruto con mi trabajo. Llevo ya casi cincuenta años en esto y no quiero dejarlo”), Cara (la historia de una gata co escrita con Mercè Serramalera, “que además de una magnífica cantante escribe de puta madre”, en la que brilló especialmente la voz de Mercè y también las percusiones de Álvaro Pérez) y la emotiva Sense tu, con versos tan sinceros y realistas como “si discutim és que no estem sols, segurament això deu ser l’amor / no te’n vagis gaire lluny o mai més sortirà el sol”.
En este momento del concierto, Enric Hernàez aprovechó para presentar a sus tres compañeros de escenario y remarcó que “este disco está hecho con amigos de verdad”, emprendiendo la segunda parte del recital con la tropical Diván, tema compuesto por Mario Maeso y dedicado a Barcelona, que cantó al alimón con el músico uruguayo. Tras esto, Enric se quedó solo en el escenario para interpretar dos temas a la guitarra, uno de ellos la inmensa Cançò breu, un tema de su disco de 2017 Prop la via del tren, “un poema del gran Josep Palau i Fabre, el primer poeta al que musiqué, aunque no con este poema, pero con el que me siento muy identificado porque habla de cosas que me pasaban en mi juventud”.
Sota les llums de neó fue la siguiente canción que interpretó y que dedicó emocionado a los grandes amigos “que se han ido últimamente, como Amadeu Casas, Joan Vinyals, Jordi Fàbregas o Vicente Feliú”.
Nadia (dedicada a una amiga tuareg), Les trompetes de Jericó (subtitulada Pregària per la desaparició de Donald Trump, “aunque últimamente se me acumula el trabajo y tendría que aumentar la plana de desapariciones. Como decía Pi de la Serra, si els fills de puta volessin no veuríem mai el sol”) y Lluna sobre el riu de la plata (compuesta por Enric Hernàez a ritmo de candombe) pusieron fin al concierto con el público aplaudiendo a rabiar y Enric agradeciendo ese afecto: “Muchas gracias, sois curativos y sanadores”.
Si és bonic navegar (nuevamente de su disco de 2017), la preciosa Miente (del cantautor uruguayo ya fallecido Eduardo Darnauchans) y el clásico Una foguera de Sant Joan en ple gener (en la que Enric Hernàez animó al públio a cantar con él, “pues Daniel Viglietti me dijo una vez que nunca me fuera de un sitio sin saber cómo canta la gente”) fueron los bises que pusieron el broche de oro a un concierto lleno de buena energía y buena música que se hizo demasiado corto.
Fotos: Juan Miguel Morales