Victor Démé

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Victor DéméVictor Démé
“Deli”
Naïve, 2010

El burkinabé Victor Démé lleva casi tres décadas inmerso en el noble arte de la música. Aunque parezca todo lo contrario, debido a que tan solo ha publicado dos discos en solitario, atesora una extensa andadura artística. Conocido por colaborar en los discos de Pariwaga, un colectivo de músicos de diversos países del ámbito francófono, ahora entrega un segundo trabajo desbordante de talento y lozanía. Démé lleva la música en la sangre. Su madre era una de las griots más reputadas en Bobo Dioulasso. Y eso es algo que salta a la vista en los dieciseis temas que yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Victor Déméconforman Deli. Una colección de andanadas con latido saheliano, que se mueven dentro de la órbita tradicional, pero dejándose cortejar por instrumentación y melodías foráneas. El timbre y el registro que posee Démé está en la misma longitud de onda que la de su paisano y conciudadano Cheikh Lô. Algo que le viene en sus genes ligados al linaje materno. La ralea africana se aparea con el tango en Méka déen, un corte donde resuena el acordeón, y que guarda cercanía con el que rubricara el senegalés Ousmane Touré en Dimba, perteneciente a su disco Avenue du monde. El bruñido baladístico de Teban siyala, con violines incluidos, gasta ese regusto acústico con que el mali Salif Keita engalanara su álbum Mouffou. Séré jugu remite al sonido de Wassoulou, el de la región de la que procede la gran diva Oumou Sangaré. Baya wolo guéléma se viste de ropaje nigeriano con su desenfrenada tónica afrobeat. Ma belle, entonada en francés, desprende el hálito cubano del son con un desparpajo parecido al del beninés Gnonnas Pedro. Y Tan ni kéléen empolva con una sutil capa de arena del desierto los mismos turbantes melódicos que envuelven a los nigerinos Etran Finatawa. www.myspace.com/victordeme  Relacionados // Miguel Ángel Sánchez Gárate